Usuarios de buses urbanos viajan desprotegidos en Xelajú

Ninguno de los 281 autobuses urbanos registrados por la Municipalidad de Quetzaltenango cuenta con seguro para los usuarios, a pesar de que estos se exponen a diferentes riesgos al transportarse en esas unidades.

Las unidades de transporte urbano de Quetzaltenango no pagan seguro que proteja a los usuarios en caso de accidentes. (Foto Prensa Libre: María Longo)
Las unidades de transporte urbano de Quetzaltenango no pagan seguro que proteja a los usuarios en caso de accidentes. (Foto Prensa Libre: María Longo)

“Frenan a cada rato, superan los límites de velocidad; cuando los ancianos o niños no se han terminado de subir, ellos ya han arrancado; algunas puertas están por caerse y la mayor parte del tiempo  van abiertas y el bus, sobrecargado, por lo que, al girar, uno puede caer. Para mí, esto es un riesgo”, denunció Carolina Rodas, usuaria del transporte urbano.


Pobladores se quejaron de que adultos y niños afrontan cada día los riesgos que implica utilizar ese servicio; además, no se tiene garantía en caso de  accidente o de sufrir una lesión causada por la conducta inapropiada de los pilotos.

A la situación se suma  el temor de los usuarios a los ataques armados, los cuales son comunes, por el cobro de extorsiones.

Diego Morales, presidente de la comisión de tránsito de la comuna, dijo: “Tenemos 281 buses registrados; ninguno cuenta con seguro. Es una mala práctica y hay resistencia de los transportistas, quienes aseguran que con los precios actuales del pasaje no pueden cubrir un seguro para los pasajeros”.

Jessica Navarro, jueza de Tránsito de Quetzaltenango, indicó que hace 12 años se logró que el transporte urbano en esa ciudad contara con un seguro para los pasajeros, pero después hubo un retroceso.

“En el 2004 y 2005 empezamos a ver ese tema y se les exigió un seguro para cubrir daños que pudieran sufrir los pasajeros, pero después, cuando el licenciado Julio Aceituno estuvo a cargo de la Comisión, retiró eso y ya no se exigió como un requisito para las unidades que prestaban servicio urbano en Quetzaltenango. En lugar de ir para adelante se tuvo un retroceso”, criticó. 

Un propietario de buses que pidió  omitir su nombre aseguró que pagar un seguro es difícil y les representaría pérdidas.

“No le voy a negar que muchos pilotos son imprudentes para manejar. Entonces, a cada rato tendríamos que estar pagando por daños. De verdad, con tanta extorsión y otros pagos  que hay que hacer, legales y no legales,  que no le voy a detallar, no alcanza. Quisiéramos, porque da tristeza la gente, pero entonces sacrificaríamos las ganancias y después vienen otros problemas para reclamar el seguro; es algo muy complicado”, aseguró.

Vulneran derechos

Flor Gómez, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Quetzaltenango, considera que la falta de seguro en los autobuses violenta los derechos de los usuarios del transporte urbano.

“Es preocupante que no se cuente con estos parámetros, tomando en cuenta la gran cantidad de buses en la ciudad y el gran número de vecinos que necesita el transporte colectivo”, comentó la funcionaria.