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Cuando intentábamos agarrar comida nos quemaba las manos: El drama de tres hermanos que fueron obligados a ayunar por 40 días

Para los tres hermanos de San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, que en mayo del 2016 fueron obligados a hacer ayuno por una guía religiosa no ha sido fácil superar el episodio, pues debieron superar no solo la desnutrición y los maltratos físicos, sino también daños psicológicos.

Los tres menores sobrevivieron a los maltratos de una supuesta pastora en San Pedro Sacatepéquez, San Marcos. (Foto Prensa Libre: Whitmer Barrera)

Los tres menores sobrevivieron a los maltratos de una supuesta pastora en San Pedro Sacatepéquez, San Marcos. (Foto Prensa Libre: Whitmer Barrera)

En esa fecha, la alegría de los tres hermanos y la de su madre fue opacada por los maltratos que recibieron por parte de Sandra Amarilis Orozco Méndez, quien los encerró en una vivienda del cantón El Tesoro, Champollap. El miércoles fue sentenciada a cuatro años de prisión por maltrato contra menores de edad y otros seis meses por lesiones leves.

“Nos obligó a ayunar por más de 40 días y cuando le pedíamos comida nos pegaba con cables y quemaba las manos”, dijo la más grande de los hermanos, quien comentó que debido a un severo cuadro de desnutrición estuvieron internados por más de un mes en el Hospital Nacional de San Marcos.

Una tía de las víctimas confirma que durante más de un mes, su hermana y sobrinos sufrieron desnutrición a consecuencia del ayuno obligado por la supuesta pastora, quien los tenía amenazados de muerte si contaban algo o salían de la vivienda.

“A mi hermana le daba un agua que la hacía dormir y era cuando aprovechaba para pegarle a los niños. En una oportunidad mi sobrino más pequeño no aguantaba el hambre y decidió sacar un tamal de la olla, pero la mujer al darse cuenta le agarró la mano y lo quemó en la estufa”, contó en medio de lágrimas.

Dos meses más tarde, Orozco Méndez se salvó de morir linchada al momento que la comunidad se enteró del hecho, ya que la señalaban de practicar hechicería y actos satánicos, sin embargo, la Policía Nacional Civil, evitó el linchamiento.

Engaño

Según investigaciones del Ministerio Público, con la base del engaño de que las víctimas tenían espíritus y demonios en su cuerpo la supuesta religiosa procedió a encerrarlos en una habitación para exigirles que ayunaran.

También encerró en la misma vivienda a una cuarta hermana, mayor de edad, quien habría muerto por desnutrición crónica. 

El pasado 25 de octubre, la también conocida como la Sierva del mal, fue sentenciada a cuatro años de cárcer, pero quedó absuelta por el delito de homicidio en grado de tentativa.

Para la tía de los menores quien quedó a cargo de la custodia de los menores, la condena no compensa el daño físico y psicológico que causó a sus sobrinos; sin embargo, espera que Dios sea quien la juzgue.

Actualmente, los menores viven en la aldea Piedra Grande de San Pedro Sacatepéquez, a unos cinco kilómetros de donde permanecieron encerrados.

“Reciben terapias psicológicas para recuperar las emociones que fueron opacadas por la ingenuidad que los hizo vulnerables al creer que tenían demonios en el interior de sus cuerpos”, dijo la tía.

La mayor de los hermanos, asegura que no ha sido fácil superar la situación, pero agradece a Dios la oportunidad de rehacer sus vidas y luchar por su sueño de ser enfermera.

“Terminé el ciclo escolar con éxito y el otro año quiero estudiar bachiller en enfermería, pues sueño con ser enfermera para apoyar a las familias de escasos recursos. Aún me duele mucho recordar lo que pasó, pero con la ayuda de Dios sé qué pronto lo superaré”, refirió.

Kevin aseguró que gracias al apoyo de sus familiares y de la psicóloga ha logrado superar “la pesadilla” y ahora espera regresar a vivir con su mamá, pues tiene claro que ella también fue víctima y no culpable.

“Amo a mi mamá y sé que muy pronto estaremos juntos otra vez, mientras tanto estamos con mi tía, quien también nos brinda mucho amor. Sueño con ser policía”, comentó.

Mientras, la madre busca que el juzgado de la niñez y adolescencia le devuelva la custodia de sus hijos, pues asegura que los ama y extraña.

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