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La sorprendente hazaña de Kadeena Cox, la atleta británica que ganó medallas en dos deportes en los Juegos Paralímpicos Río 2016

Hace dos años, postrada en la cama de un hospital, Kadeena Cox prometió que participaría en los Juegos Paralímpicos de Río 2016.

La deportista británica, que se recuperaba de un accidente cerebrovascular que sufrió y a raíz del cual le diagnosticaron esclerosis múltiple, pensaba competir en alguna de las pruebas de atletismo, deporte en el que había logrado destacar durante su adolescencia.

Y no sólo cumplirió su promesa, sino que lograría una de las hazañas más inusuales del deporte: conseguir medalla en dos disciplinas, en una misma edición de los Juegos Paralímpicos.

La primera llegó el pasado viernes cuando obtuvo el bronce en la prueba de atletismo de 100 metros de la categoría T38.

Veinticuatro horas después consiguió subir dos escalones hasta lo más alto del podio al ganar la presea de oro, batiendo el récord mundial, en la contrarreloj femenina C4-5 del ciclismo de pista, deporte que comenzó a practicar hace tan sólo 18 meses.

La última vez que una deportista británica había podido obtener dos medallas en dos eventos en los mismo juegos había sido Isabel Newstead en Seúl en 1988, quien subió al podio en atletismo y tiro.

Cox podría aumentar su cosecha en los próximos días ya que también participará en las pruebas de 400 metros T38 y relevo 4×100 T35-38 en atletismo y en la prueba de ruta C4-5 de ciclismo.

Máximo brillo

Un parámetro para medir la proeza de lo que logró Cox está en el hecho que la última vez que en las Olimpiadas de verano hubo un deportista en conseguir dos medallas en disciplinas distintas fue en 1928, cuando el alemán Erich Rademacher logró la de oro en polo acuático y la plata en los 200 metros pecho en natación.

En los Juegos Paralímpicos hay más antecedentes, pero cada vez suele ser más inusual y difícil teniendo en cuenta la evolución del deporte en general y el incremento en el número de atletas, cada vez más especializados.

De allí que se considere casi imposible que vuelva a surgir un caso parecido al de los italianos Roberto Marson y Anna María Toso.

Marson logró subir al podium en tres deportes en los paralímpicos de Tel Aviv de 1968 en los que sumó un total de diez oros (tres en atletismo, tres en natación y cuatro en esgrima), dos platas (esgrima) y un bronce (atletismo).

Toso, por su parte, había deslumbrado en los Juegos Paralímpicos de Tokio cuatro años antes al sumar diez medallas (cinco de oro y cinco de plata) en cuatro deportes distintos: atletismo, natación, esgrima y tenis de mesa.

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