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Por qué los tenistas zurdos tienen más probabilidades de ganar Wimbledon

Únicamente el 10% de la población mundial es zurda. Sin embargo, desde el inicio de la llamada "Era Abierta", los jugadores de tenis que juegan con la mano izquierda han ganado 22 de los 96 títulos individuales del prestigioso torneo de Wimbledon: un 23%.

Mientras que, sometidos a iguales probabilidades entre zurdos y diestros, los primeros deberían haber ganado únicamente nueve torneos.

¿Tienen los zurdos ventaja sobre la cancha de tenis y en particular sobre el césped de Wimbledon?

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El tenista británico Greg Rusedski, ex número uno del país -y zurdo- piensa que sí.

Zurdos en un mundo de diestros

“Nuestro mundo está construido para los diestros, pero en la cancha de tenis los zurdos como yo tienen ventaja”, afirma Rusedski, en un programa especial sobre el tema de la BBC.

“Como también pasa fuera de la cancha, la mayoría de los tenistas son diestros. Y están acostumbrados a jugar entre sí”, explica.

“Pero los zurdos somos diferentes. Y eso nos convierte en rivales más complicados para los tenistas derechos”, agrega el exjugador.

Como ejemplo Rusedski ofrece el golpe conocido en inglés como forehand, en español generalmente traducido como derecha.

Ese golpe -generalmente el más fuerte del jugador- cruza en vuelo natural hacia el revés del jugador diestro, su flanco generalmente más débil.

Obviamente, los diestros tienen una ventaja similar con su derecha que cae al revés del zurdo pero, crucialmente, los zurdos tienen mucha más práctica jugando contra diestros (pues hay más de éstos) y quedan mejor preparados.

Lo mismo sucede en el boxeo. Si ambos púgiles asumen una postura defensiva clásica, con el pie derecho al frente, la parte vulnerable del boxeador está alejada de los golpes más potentes del rival.

Sin embargo, cuando un zurdo se enfrenta a un diestro, el cuerpo de cada púgil queda más expuesto a los potentes golpes de gancho.

Como los boxeadores diestros no acostumbran a enfrentarse a muchos zurdos, corren mayor de quedar lastimados por un gancho del rival. Por eso le huyen al zurdo.

La ventaja del servicio

Pero en el tenis uno no escoge sus rivales y tiene que estar preparado para lo que venga. Sobre todo, el servicio del jugador zurdo.

Cuando un zurdo golpea la bola al sacar, la hace girar de una manera diferente, lo que la vuelve letal.

Al generar este tipo de rotación, la bola vira y rebota lejos, exigiendo al máximo al jugador diestro que recibe y que tiene prácticamente que salirse de la cancha para contestar de revés.

“Si mi rival es lo suficientemente bueno para devolver la bola, la cancha me queda completamente abierta para ganar el punto”, señala Rusedski.

“También puedo colocar la bola detrás de jugador diestro cuando corre desesperadamente de regreso al centro de la cancha, como hice con (Pete) Sampras en el 95”.

Uno de los grandes jugadores que utilizaron esta arma a la perfección en Wimbledon fue John McEnroe, considerado uno de los reyes del juego de saque y volea.

Ahora, uno creería que un diestro tendría la misma ventaja desde el lado derecho de la cancha pero no es así, asegura Rusedski.

No sólo están los zurdos acostumbrados a esto, las reglas del tenis favorecen a los zurdos cuando se juegan los puntos cruciales.

El ex número uno británico explica que el último punto de un partido sólo se sirve del lado derecho de la cancha cuando el marcador es 40-15; favoreciendo a los diestros.

“Todos los otros puntos que definen el partido se juegan del lado izquierdo de la cancha; 40-0, 40-30 y la ventaja después de iguales”.

Desde el primer servicio hasta el último, parece ser que los jugadores zurdos tienen una ventaja natural.

Eso quedó en evidencia en las primeras décadas de la “Era Abierta” de Wimbledon.

Siete de los primeros 17 campeones fueron zurdos: Rod Laver, Jimmy Connors y John McEnroe ente ellos.

La zurda Martina Navratilova dominó el juego femenino por más de una década, ganando un récord de 9 campeonatos de Wimbledon, el último en 1990.

En 1998, tres jugadores zurdos se encontraban entre los cuatro primeros del mundo: Marcelo Ríos de Chile, Petr Korda de República Checa y Greg Rusedski de Gran Bretaña.

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En el nuevo milenio, Wimbledon ha sido ganado en cinco ocasiones por un zurdo: el croata Goran Ivanisevic, en 2001, Rafael Nadal, en 2008 y 2010, y Petra Kvitova en 2011 y 2014.

¿Ocaso del jugador zurdo?

Sin embargo, ese dominio zurdo ha dejado de notarse.

Podría ser que sólo se trate de un período callado antes de que vuelvan a dominar. O que los jugadores diestros hayan estado cerrando la brecha con mejor preparación antes de los partidos.

Definitivamente los jugadores han mejorado mucho en contestar con un revés que no es defensivo sino ofensivo.

Jugadores élite y sus equipos de entrenadores cuentan con video y estadísticas que pueden aplicar a programas y analizar cada detalle de juego rival.

Pero poner ese conocimiento en práctica es otra cosa.

“Cuando un diestro se enfrenta a un zurdo, no puede simplemente jugar con piloto automático. Requiere una gama de trucos del oficio y mucha práctica para adaptar su estrategia”, concluye Rusedski.

Este año en Wimbledon, sin embargo, el panorama no se ve muy prometedor para el regreso de los zurdos al podio de campeones.

Por una parte, Rafael Nadal no está compitiendo y los zurdos que quedan en el torneo todavía tienen mucho que avanzar para alcanzar su potencial.

Será muy complicado que uno de ellos gane en 2016.

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