La pole se decidió en una Q3 llena de suspenso y retrasada durante algunos minutos por la lluvia, que provoco después la salida de la pista del danés Kevin Magnussen, con McLaren, en una curva en la que Rosberg estuvo también a punto de salirse.
Su compañero en Mercedes y gran rival para el título, Lewis Hamilton (Rosberg le aventaja en 14 puntos), quedó eliminado de entrada ya que poco antes de concluir la Q1, el monoplaza del británico se incendió por una fuga de carburante que le impidió marcar ningún tiempo, por lo que el domingo saldrá desde la última fila de la parrilla de largada.
A Hamilton no le quedará otra que tratar de remontar como ya lo hizo una semana atrás en Alemania, donde partió desde la 20ª posición y acabó tercero en Hockenheim, aunque la misión será más complicada porque en el trazado húngaro, de 4,3 km y con una sola recta, es mucho más difícil adelantar.
Rosberg logró la pole con un crono de 1:22.715, siendo el único de todos los pilotos en liza que bajó del minuto y 23 segundos.
El alemán estará acompañado en la primera fila de la parrilla por su compatriota Sebastian Vettel, campeón en las últimas cuatro temporadas con Red Bull, que tuvo el mejor tiempo hasta los últimos segundos de la tanda definitiva, pero que finalmente se quedó a medio segundo.
“No fue fácil, hubo que prestar atención al final de la sesión”, admitió Rosberg, que se llevó un buen susto en su primer intento en la Q3, cuando se salió en una curva, pero pudo concentrarse y superar a todos en el segundo y último intento, ya con la pista seca.
La segunda línea la ocuparán el finlandés Valtteri Bottas, con Williams, y el segundo Red Bull, conducido por el australiano Daniel Ricciardo.