Es el primer torneo Masters 1000 que gana en su carrera, después de haber perdido en dos finales de esta categoría, en la de 2008 en Roma ante el serbio Novak Djokovic y el pasado año en Madrid contra el español Rafael Nadal.
Federer, cuarto del ránking ATP, sufre su cuarta derrota en una final de Montecarlo, tras los reveses sufridos en las de 2006, 2007 y 2008, en los tres casos ante Nadal, ocho veces campeón en el Principado y que cayó en cuartos de final de este año ante su compatriota David Ferrer.
Wawrinka había sido precisamente el verdugo de Ferrer en las semifinales y Federer había alcanzado el último partido tras superar a Djokovic, defensor del título, que jugó con dolor en una de sus muñecas.
El duelo entre Wawrinka y Federer, amigos fuera de la pista, era la primera final suiza en un torneo ATP desde el año 2000, cuando Federer se enfrentó a Marc Rosset en la del torneo de Marsella.
“Roger, eres uno de los mejores jugadores de todos los tiempos y es un honor poder jugar contra ti. Gracias por todo lo que haces por el tenis” , declaró Wawrinka tras el partido.
Federer, un gentleman de las pistas, le deseó que pueda continuar al nivel actual “muchas semanas y muchos años” .
Después de haber perdido el primer set por 6-2, Wawrinka, cuartofinalista en Roland Garros en 2013, fue imponiendo poco a poco su potencia ante el veterano de 32 años, llevándose la victoria en el segundo set en el tie break, con un emocionante 7/5, que le permitió ganarse el derecho a una tercera manga.
En ese set decisivo, Wawrinka salió lanzado y pronto se encontró con un 4-0 a favor, tras romper en dos ocasiones el servicio de Federer. Pudo concluir, sin sobresaltos, con un 6-2 que supone su séptimo título en el circuito ATP, en 16 finales disputadas.
Wawrinka sale así reforzado en el camino a la siguiente gran cita de la temporada, Roland Garros, ya que Montecarlo es el primer gran torneo sobre tierra batida, en la preparación para París.
El jugador de Lausana se siente cada vez más cómodo sobre arcilla, como demostró en las semifinales eliminando a Ferrer, considerado uno de los mayores especialistas sobre esta superficie.
En Montecarlo, Wawrinka se convierte en el primer tenista suizo en inscribir su nombre en el palmarés del torneo.