Deporte Nacional

El rugby le ha dado una nueva ilusión a Riqui Hernández

Las canchas del Roosevelt, en la zona 11 de la capital, son el punto de reunión. Los martes y jueves por la noche el  San José María Rugby Club se junta para entrenar.

Los problemas auditivos con los que nació Riqui no han sido un obstáculo para que pueda lograr su sueño de practicar el rugby. (Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)

Los problemas auditivos con los que nació Riqui no han sido un obstáculo para que pueda lograr su sueño de practicar el rugby. (Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)

Entre todos aparece Riqui, un jugador de 23 años, que utiliza un aparato para poder escuchar, una condición que también le ocasionó problemas del habla, situación que ha logrado superar en un alto porcentaje gracias a un profesor, cuando tenía 8 años y a la práctica del rugby.

“Su disminución auditiva en un deporte de contacto puede ser una limitante. Esa era mi mayor preocupación porque entrenaba con su audífono puesto. Los compañeros pusieron de su parte para enseñarle gestos técnicos, reglas y situaciones de juego”, expresó el argentino Lautaro Renati, entrenador del equipo.

“Le daba vergüenza hablar y la fue venciendo. Ahora no falta nunca. Como está aprendiendo, juega los últimos 10 minutos y es el tipo más feliz del mundo”, agrega el sudamericano.

“No sé el nombre de mi enfermedad, solo sé que con disciplina y esmero se pueden conseguir los resultados. Es lo que trato de hacer todos los días”,


Riqui suma su sexto mes de practicar un deporte al que llegó navegando en redes sociales y que se ha convertido en parte fundamental de su vida.

“Me agregó a  Facebook y me preguntó de qué se trataba. Me dijo que quería aprender a jugar. Eso fue viernes, y el martes comenzó a entrenar”, afirmó César Rosales, capitán del equipo.

A partir de allí comenzó la nueva aventura de Hernández.

“Fue la mejor decisión de mi vida. Sentía emoción pero tenía miedo porque me costaba comunicarme, pero es una alegría inmensa”, expresó Riqui con voz baja pero lleno de emoción.

Crean una estrategia

Al principio entrenaba con su aparato para poder escuchar, pero en una ocasión lo rompieron y tuvieron que idear un plan.

“Aprendimos a guiarlo con gestos corporales de visualización  y hablarle lento, para que pueda leer lo que estamos diciendo”, afirma Rosales, quien además comenta que después de practicar este deporte Riqui es “otra persona”.

“Como en cualquier deporte, si uno trabaja bien sirve en todo aspecto. Ha bajado de peso y le ha ayudado a ser más social. Era más callado y apartado. Ahora es otra persona”, dice el capitán.

Estudios, trabajo y religión

Riqui estudia bachillerato por la mañana y trabaja como desarrollador de animaciones en computadora por la tarde. Esas actividades las combina con algunas sesiones de gimnasio.

“Ahora sé leer los labios y puedo hablar un poco mejor. Mi familia está muy contenta de que venga a jugar con los muchachos, y yo siento una enorme felicidad que no tenía antes. Esto me motiva todos los días”, confiesa.

A Riqui nunca le gustó el futbol u otro deporte. Tampoco es seguidor de futbolistas o de algún deportista extranjero. Su único deseo siempre fue pertenecer a un equipo y poder jugar rugby.

“Esta es la primera vez que estoy en un equipo. Todos los días aprendo algo. Quiero ser un jugador más rápido”, dice Riqui, quien también es un fiel seguidor de la religión católica.

De su capacidad especial para escuchar a las personas, Riqui no dice mucho y simplemente trata de seguir adelante con su vida.

“No sé el nombre de mi enfermedad, solo sé que con disciplina y esmero se pueden conseguir los resultados. Es lo que trato de hacer todos los días”, afirmó, antes de correr para comenzar un entrenamiento más.

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El entrenador Lautaro Renati da instrucciones a los jugadores de San José María Rugby Club. (Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)
Riqui Hernández se siente muy feliz de jugar al Rugby. (Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)
Hernández ha ido integrándose poco a poco al equipo (Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)
Aunque el rugby requiere de mucho contacto, no ha sido problema para Hernández. (Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)
Riqui se esfuerza por ser el jugador más rápido.(Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)

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