Ocupó el puesto 18, entre una lista de mil 200 atletas de 40 países que buscaron superar el ultramaratón más importante de Asia.
Según relato del atleta, los primeros kilómetros se recorrieron rápido, y antes de llegar al primer ascenso de seis kilómetros, el bloque grande se separó, para dejar a la cabeza a los 50 mejores del mundo que marcaron el paso élite de la competencia, entre ellos, el corredor nacional.
La prueba fue exigente porque en el trayecto lograron acumular al menos nueve mil 500 metros de desnivel.
El clima representó otra de las grandes dificultades de la carrera, puesto que las temperaturas llegaban por debajo de los cero grados, en medio de lluvia, fuerte viento y nieve.
“A pesar de sentirme cansado, adolorido, con sueño, mal comido y con una serie de incomodidades físicas, estoy convencido de que en esas condiciones lo único que nos puede impulsar a seguir es la fuerza mental que se basa en la fe que tengamos en nosotros mismos”, expresó Sagastume.