Aunque quedar en el puesto 11 tampoco garantiza su estadía otra temporada en la Liga  —tendrá que jugar repechaje contra un equipo de la Primera División—, los tres representativos parecen estar condenados a jugarse su puesto en la máxima categoría.

Si el torneo finalizara hoy, Malacateco sería el descendido y Universidad disputaría el repechaje. La diferencia entre ambos clubes es apenas de tres puntos.

Los que se estarían salvando serían los príncipes azules, quienes han tenido un torneo para el olvido, tomando en cuenta el perfil de sus  futbolistas. Por su mal momento fue removido como técnico Fabricio Benítez. Héctor Julián Trujillo llegó a suplirlo.

En Peligro

El subcampeón Guastatoya —séptimo—, Petapa —octavo— y Mictlán —noveno—  son los otros equipos que permanecen en zona de riesgo, aunque su colchón de puntos es amplio en referencia a los cobaneros, estudiosos y fronterizos.

Los pechoamarillo aventajan en 14 unidades a los toros, los miguelenses  en 13 y los mitecos en 10. Salvo una catástrofe   su preciado lugar en la Liga Nacional se vería amenazado.

A toda máquina

Por el afán de salvarse, Universidad, cuarto  con 24 puntos,  y Malacateco, sexto con 22, cumplen un aceptable torneo de finalización, metidos dentro de los mejores seis, los que al final disputan las finales.

Todo lo contrario a cómo encararon el Apertura 2015, donde decepcionaron y quedaron al borde del abismo.
Con lo efectuado hasta el momento, tanto estudiosos como toros, ya superaron lo consumado la anterior campaña, donde apenas  acumularon 18 y 17 unidades, respectivamente. 

Conducidos desde el banquillo por el argentino Ramiro Cepeda, los estudiosos se han reinventado con su futbol y han comenzado a meterle  presión a los altaverapacenses, undécimos con 18 puntos. Los sancarlistas tienen a cuatro puntos a los de Julián Trujillo.

Malacateco, al que ya todos mandaban a la Primera División desde inicios del Clausura, ha demostrado una interesante pelea bajo la jefatura del costarricense Ronald la Bala Gómez. Los de Malacatán aún no se dan por vencidos y quieren trasladar el farolillo rojo a otro equipo.