La polémica se hace más grande e involucra al club ya que los boletos encontrados en la casa de “El Caverna” son entradas intransferibles a nombre de socios de River.

Héctor Godoy fue uno de los elegidos en 2002 por el presidente del River Plate en aquel entonces, José María Aguilar, el objetivo fue blanquear los ingresos que se obtenían por los negocios en la cancha de River.

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Godoy tiene el apodo de Caverna por su manera tosca de resolver los conflictos. Las barras bravas constituyen un gran negocio al margen de la ley para los aficionados ultras que buscan enriquecerse y llegan a protagonizar episodios lamentables de violencia.

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En 2014 “el Caverna” fue apuñalado por sus rivales en el mismo estadio Monumental, pero volvió para seguir dominando y continuar con sus negocios ilícitos a expensas de la reventa y otros actos fuera de la ley.

Los policías encargados del allanamiento encontraron en la casa de Godoy 300 boletos para el partido de vuelta de la final entre River y Boca. Expertos determinarán si los tickets son verdaderos o falsos.

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