El violento incidente, sucedido en la localidad de Bischofshofen, había causado gran consternación en la sociedad y clase política de la república alpina, donde la cúpula del Estado y del Gobierno ha condenado con vehemencia lo sucedido.
El partido fue suspendido en el minutos 85 cuando decenas de hombres, todos de origen turco, según ORF, saltaron a la cancha con banderas turcas, palestinas y pancartas con lemas contra Israel.
Varios jugadores israelíes fueron agredidos físicamente por los atacantes que venían ya coreando durante el partido eslóganes como “Fuck Israel” (Que se joda Israel) o “Asesinos de niños”, en aparente referencia a la actual guerra en la franja de Gaza.
La policía austríaca, que había enviado al estadio una unidad especial antiterrorista por razones de seguridad, intervino y pudo tranquilizar la situación en poco minutos, aunque no detuvo a ninguno de los agresores.
La comunidad judía de Viena ha criticado duramente que no se haya arrestado a nadie en el incidente, que sucede en un país que por razones históricas tiene un relación delicada con Israel.
Tras el incidente fue cancelado hoy por razones de seguridad un partido amistoso entre el Maccabi Haifa y el Paderborn alemán, previsto para mañana en Kirchbichl, en el Tirol austríaco.