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Carlos Mejía olvida a Comunicaciones y se entrega a Petapa

La rutina con la que inició su sueño de futbolista profesional ha empezado a golpear con fuerza el corazón de Carlos Anselmo Mejía del Cid. Eso sí, las formas, diez años después, para emprender su viaje hacia la capital desde su natal Cuilapa, Santa Rosa, han variado de manera considerable.

Carlos Mejía se entrega al deportivo Petapa para esta nueva temporada. (Foto Prensa Libre: Edwin Fajardo)

Carlos Mejía se entrega al deportivo Petapa para esta nueva temporada. (Foto Prensa Libre: Edwin Fajardo)

Aquellos traslados en bus hacia la capital para ejercitarse con los albos, después de haberse despertado a las 4 de la mañana en la casa que destrozó sin piedad el huracán Mitch en 1998, son cosa del pasado. Ahora, en su aventura con Petapa, la comodidad de su vehículo, junto a su playlist, son sus grandes acompañantes.

Antes, Carlos Anselmo gastaba Q25 al día para sus pasajes  y para comprarse  un jugo o una galleta. Regresaba a su casa hasta las 14 horas, solo para  almorzar. 

“Ahora todos los días viajo en mi carro de Cuilapa hacia Petapa. Solo me hago 40 minutos para estar más tiempo con mi hija, Marjori Camila, de cinco meses. Ella fue una de las razones de que haya  preferido jugar acá, porque me gusta estar a su lado”, explicó el popular Cacho, un tanto agotado después de entrenarse a doble jornada con los miguelenses del argentino Ramiro Cepeda.

“Quería salir de Comunicaciones. No me sentía bien. El equipo cambió mucho. No tenía oportunidad. Era evidente la falta de minutos”,


Aunque dejar a Comunicaciones significó un duro golpe, el destino parece estar decidido a confrontarlo con su historia. El segundo equipo del hábil volante en la Liga Nacional es precisamente el club contra el que debutó hace seis años.

“Quería salir de Comunicaciones. No me sentía bien. El equipo cambió mucho. No tenía oportunidad. Era evidente la falta de minutos”, confesó

La decisión de marcharse del equipo de sus amores la tomó junto a uno de sus grandes amigos, Brayan Ordóñez, quien también es parte de su historia porque fue a él a quien sustituyó para debutar en el máximo circuito, de la mano del timonel argentino Iván Franco Sopegno. 

“Hablamos con  Ordóñez de buscar nuevos objetivos. Gracias a Dios teníamos varias ofertas”, explicó.

El entrenador argentino Ramiro Cepeda fue determinante también para que se decantara por Petapa. “Hablé con él y se dio todo rápido”, señaló.

Darle a Petapa su primer campeonato de Liga Nacional —en el torneo pasado llegó hasta semifinales— es el mayor reto que se ha propuesto el exjugador de Comunicaciones.

“El campeonato es el objetivo. Hay un buen grupo de jugadores; a varios de ellos ya los conozco por la Selección Nacional”, admitió.

Haberse entrenado por mucho tiempo en el engramillado sintético del estadio Cementos Progreso es una ventaja para Mejía, ya que el recinto Julio Cóbar, de Petapa, tiene las mismas características.

“Estoy acostumbrado a este tipo de canchas. Trabajo al ciento por ciento para ganarme un puesto en el once titular”, señaló.

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