La liberación de la deuda del sector privado griego ha costado a la isla, muy expuesta a la banca griega, unos 4 mil 500 millones, lo que supone la cuarta parte de su producto interior bruto.
“Dejar a un país de la zona euro sin ayuda en un momento de necesitad no refleja el espíritu en el que trabaja este grupo”, señaló Sharly y afirmó que cuando “Chipre fue llamada a dar su apoyo a otro país —Grecia— de la zona euro, Chipre no lo rechazó, aunque fuera en contra de sus intereses”.