“Nos complace estar aquí”, dijo Donohue. “Estamos aprendiendo mucho sobre los cambios que tienen lugar en Cuba”.
Washington y La Habana rompieron relaciones diplomáticas a principios de la década de 1960, y Estados Unidos mantiene un embargo comercial desde hace 52 años.
Una excepción le permite a Cuba comprar cierta cantidad de alimentos y bienes agrícolas a Estados Unidos, pero últimamente ha debido recurrir a otros países que no requieren pago por adelantado.
Desde un pico de US$962 millones en 2008, las ventas de Estados Unidos a la isla cayeron a US$509 millones en 2012, de acuerdo con las cifras más recientes.