Economía

De 3 horas a 24 minutos en Nogales

Es la disminución del tiempo invertido en el cruce fronterizo de Nogales (EE. UU.-Méx.) a partir de la implementación de un plan piloto entre el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México y el Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos para el despacho aduanero conjunto entre ambas administraciones aduaneras, que comenzó a operar hace un mes para exportaciones mexicanas de maquila a EE. UU., según comunicado del SAT.

El programa incluye procedimientos de inspección conjunta para las exportaciones estadounidenses en el puesto de Nogales, Méx., experimento que tendrá una duración de seis meses y posteriormente se ampliará la experiencia a otros puestos fronterizos. Hoy día está operando incluso en el Aeropuerto Internacional de Laredo, Texas, y según la revistaT21, se repetirá en una planta mexicana de celulares de alta gama.

Esta medida trata de disminuir los tiempos de cruce fronterizo, y en caso de Nogales, atacar los cuellos de botella que se han provocado en esta zona producto de inspecciones reiteradas, dos del lado mexicano y otra en la entrada a Arizona; la idea es hacer tres en una.

A través de la frontera de Nogales cruzan casi 900 camiones de carga diariamente, un comercio vivo y pujante que incluye en buena parte productos perecederos, mercancías que no se pueden quedar esperando en grandes colas.

Uno de los principales obstáculos para ampliar este tipo de prácticas de facilitación comercial es la falta de recurso humano calificado y cualificado en CBP. A pesar que la agencia aduanera está ofreciendo muy buenas prestaciones laborales, menos del 1% de los candidatos es contratado, ya que muchos de ellos no pueden pasar la prueba del polígrafo, especialmente en las preguntas relacionadas al consumo de drogas. Es un hecho que el gobierno de EE. UU. no juega con un tema tan importante en la selección de funcionarios aduaneros.

Para nadie es un secreto que el tema más prioritario para el gobierno de EE. UU. es el de seguridad; sin embargo, las instituciones gubernamentales como el CBP saben que el control en los puestos fronterizos debe ser acompañado y apoyado con medidas de facilitación comercial que permitan equilibrar una cosa con la otra.

A pesar que para Guatemala y el resto de Centroamérica el tema de seguridad no tiene la prioridad relativa que para nuestro principal socio comercial —EE. UU.—, la cercanía geográfica e importancia económica repercute en la manera que tratamosde manejar nuestras fronteras terrestres, marítimas y aéreas.

Hace unos días, el jefe del CBP, R. Gil Kerlikowske, visitó Guatemala, donde se reunió con el superintendente de la SAT, Juan Francisco Solórzano, y donde expresaron su intención de establecer iniciativas para el intercambio de información entre las dos agencias, según comunicado oficial. También se informó que se discutieron aspectos para el “mejor aprovechamiento de la tecnología, intercambiar mejores prácticas en manejo de riesgo, desarrollo de capacidades y de integridad del personal, y acciones en conjunto con el sector privado para ayudar a facilitar e incrementar un comercio seguro entre ambos países”.

Ya la SAT viene recibiendo apoyo de instituciones internacionales en estos temas, como el Programa Captac-FMI, y asistencias técnicas en aduanas del BID y del Banco Mundial, la UE y la Sieca, incluso de aduanas amigas como la Dian–Colombia y el SAT-Méx.

El inminente inicio de operaciones de la Unión Aduanera Guatemala-Honduras representa una excelente oportunidad para tomar ejemplo de las buenas prácticas de control como la de Nogales y la utilización de tecnologías de punta y procedimientos aduaneros que faciliten a los empresarios hondureños y guatemaltecos: exportadores, importadores, transportistas y agentes aduaneros, cumplir con los requerimientos de transmisión anticipada de información para tener controles mucho más efectivos, eficaces y rápidos en frontera. Ese es el mejor indicador de éxito de la Unión Aduanera.