Economía

Franquicias del Milenio

A la generación del milenio o “millenials” pertenecen aquellas personas que llegaron a su vida adulta con el año 2000, de ahí se origina su nombre, por el cambio de siglo, y hoy se les llama los nuevos consumidores. Qué diferencias tienen estas personas y cómo las franquicias deben comprender las diferencias con las personas de otras generaciones son vitales para asegurar la permanencia de cualquier negocio.

Primero, la tecnología. Si quiere conectarse con sus clientes debe considerar utilizar los recursos como el internet y las aplicaciones móviles del celular. Esto es mucho más que tener su página web. Realmente, como interactúan sus clientes y se comunican con su empresa cada vez más será a través de una plataforma tecnológica. Cada vez más las personas que se interesan en invertir lo hacen a través de internet; por lo tanto, es necesario desarrollar contenidos interactivos y generar valor a la persona o simplemente no logrará conectarse con clientes potenciales.

Segundo, son más críticos y desconfiados. Por lo tanto, el discurso de baja inversión, rápido retorno, fácil negocio, no van más con ellos. Las empresas deben desarrollar un discurso absolutamente honesto y basado en la verdad demostrable de su historial. El nuevo mercado no espera que su propuesta de valor sea únicamente basada en promesas, sino que sea comprobable y probablemente con expectativas menores, pero más realistas.

Enfoque al estilo de vida. Hasta hace pocos años, el énfasis de muchas cadenas de franquicias estaba orientado a una propuesta de generación de utilidades en el menor tiempo posible. Hoy, esto es diferente, aunque siempre es importante, y mucho, el aspecto financiero, sin duda alguna, lo es más el estilo de vida que representa la adquisición y operación de una franquicia. Una persona de la generación del milenio está más preocupado de cómo vivirá, su estilo de vida y si el negocio le realizará como persona que cuánto dinero puede generarle. Esta es una de las principales diferencias con las generaciones anteriores, que el principal y con frecuencia único detonador era la rentabilidad pura de un negocio comparado con otro.

Investiga más antes de invertir. Al ser mucho más críticos y desconfiados, tienen una mayor conciencia de la importancia de qué opinan las otras personas sobre una opción de inversión o marca. Al ser también más sociales, le otorgan una suprema importancia a lo que opinan los demás de un negocio, y realmente quieren conversar con otros franquiciados e informarse. Así que la época de los espejos se está acabando, y esto lleva a las franquicias y cualquier negocio a cuidar mucho su historial, su honestidad, su compromiso de servicio a sus clientes y cómo lo resuelven. Una mala estrategia puede acabar con un negocio mucho más rápido de lo que muchos pueden pensar. La generación del milenio se comunica diferente, mucho más rápido y claramente; un buen o mal influenciador puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso de su negocio.

Vale la pena que comprenda que los negocios, como todo en la vida, deben aprender a adaptarse al mercado, hoy las cosas son diferentes y lo serán más en poco tiempo. Tome conciencia y actúe en consecuencia. De otra forma, pondrá su negocio en peligro de extinción.

Director general de Francorp.

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