Economía

La bufanda azul que abriga a Xela

Las hermanas Mariana y Estefani Rohr viven desde hace 16 años en el departamento de Quetzaltenango y hace dos unieron su creatividad y talento para dar vida a un negocio familiar que continúan consolidando.

Abrió recientemente un local en el corazón de la ciudad de Quetzaltenango, donde sus clientes pueden llegar directamente.

Abrió recientemente un local en el corazón de la ciudad de Quetzaltenango, donde sus clientes pueden llegar directamente.

Todo empezó en el 2014, cuando la más pequeña de las hermanas, Stefani, compró algunas telas y fabricó las primeras bufandas infinitas, que llevó a mostrar a sus compañeras en la universidad donde estudiaba, donde tuvieron buena aceptación por su diseño y precio accesible.

Con el afán de apoyar a su hermana en el emprendimiento, Mariana le sugirió que tomaran algunas fotografías del producto y las divulgaran a través de sus redes sociales. Las amigas de ambas, quienes se convirtieron en sus primeras clientas, comenzaron a hacer los primeros pedidos.

“Pedían colores y estampados especiales”, recuerda Mariana.

En la actualidad, los colaboradores distribuyen las bufandas en el occidente de Guatemala, San Marcos y Huehuetenango.

Línea Guatemaya está siendo bien recibida para regalos de familiares y amigos que viven en el extranjero.

Precio accesible, Blu Scarf cuenta con siete productos, entre ellos bufandas, cintas para cabello y relojes.


A los días de que empezaba a materializarse la idea de la fábrica de bufandas, Mariana se quedó sin empleo y decidió invertir unos ahorros que tenía para comprar más material.

Logística y crecimiento

Mariana relata que los días fueron pasando, los clientes aumentaban y en un principio, la mecánica consistía en recibir los pedidos por medio de las redes sociales y entregaban a domicilio.

En septiembre del 2014, las emprendedoras decidieron alquilar un espacio en el campo de la feria de Quetzaltenango para promocionar sus creaciones.

“Fue gratificante ver cómo las chicas acompañadas de su familia decían: Miren, allí está Blu Scarf, y se acercaban a nosotras para adquirir una bufanda”, comenta la empresaria.

Mezcla de tejido y textiles

Rohr relata que fue en la época de frío cuando visualizaron la necesidad de incorporar bufandas infinitas tejidas a su catálogo.

“Contactamos a una persona para que tejiera a mano algunos estilos y fabricamos otras con tela que tiene la sensación de tejido. Lo mismo ocurrió con la bufanda para caballero, y de niña”, dice Mariana.

En los primeros meses del 2015, las creadoras de Blu Scarf incorporaron el uso de textiles típicos a las bufandas e incluyeron textil de telar y huipil al nuevo producto y lo llamaron Guatemaya.

Como dicen las hermanas Rohr, es importante que sus clientes conozcan quién elaboró el diseño o la comunidad que tejió el textil que utilizan en cada bufanda y, sobretodo, las de huipil.

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