Economía

Uber enlista pilotos en Guatemala, pero aún no llega

En un marco de inconformidades, dudas y protestas en varios países de América Latina y el mundo, el servicio de transporte Uber se acerca cada vez más al mercado guatemalteco.

Aunque no tienen fecha confirmada de su posible operación en el país, desde hace tres semanas la página de internet www.uber.com recibe solicitudes de los interesados en ser conductores de esa empresa.

Julie Robinson, gerente de Comunicaciones de Uber para Centroamérica y el Caribe, explicó por segunda vez, en una breve notificación vía correo electrónico, que por el momento no hay un plan definido para Guatemala.

“No descartamos nuestro interés en brindarle a Guatemala una opción de movilidad segura y confiable”. Julie Robinson, gerente de Comunicaciones de Uber para Centroamérica y el Caribe.


Sin embargo, su aparente llegada, mencionada en varios sectores, ha generado diversidad de opiniones en el país.

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Competencia desleal

“A Uber lo vemos como una competencia desleal, porque entran y no pagan derechos, licencias o autorizaciones para los pilotos”, refirió Roberto Cantón, gerente general de Corporación Amarillo Express.


“Lo vemos como competencia desleal, porque entran y no pagan derechos, licencias o autorizaciones para pilotos”. Roberto Cantón, gerente general de Corporación Amarillo Express.


Esta es la compañía que en la actualidad posee la mayor cantidad de taxis regulados por la Municipalidadad de Guatemala.

Según el ejecutivo, un punto que les preocupa es el tema de seguridad, pues mientras los pilotos de su empresa son investigados, de los de Uber no hay certeza de su origen.

“Nuestros pilotos tienen licencia tipo A, son investigados y se les conoce personalmente en su comunidad”, dijo Cantón.

Agregó que los taxistas formales entregan facturas y pagan impuestos, además de que las unidades están en óptimas condiciones.

Armado con un Iphone y una Nissan Murano, el salvadoreño Luis Escobar se convirtió en mayo último en conductor de Uber en Miami.

Escobar, periodista independiente, combina su trabajo profesional y en algunas temporadas se dedica a transportar pasajeros mediante la plataformas.

Para el periodista, Uber es como una inversión en donde el primer paso es tener todo en regla con el vehículo, y posteriormente cancelar una inspección del automotor, que cuesta alrededor de US$30.

Después de llenar la forma electrónica en donde se consignan los datos y documentos que respaldan la propiedad y calidad del carro, un potencial conductor podría trabajar aproximadamente una semana.

Según Escobar, utilizar los servicios de Uber podría costar hasta 50% menos que con un taxi normal en los lugares en donde opere la plataforma.


Según el ejecutivo, el problema de fondo con Uber es que no se puede saber si el piloto tiene o no buenas intenciones, a pesar de que la plataforma cuenta con un sistema de calificación de parte del cliente.

Por aparte, se cuestionó la posibilidad de que las municipalidades autoricen el servicio, pues al no existir un permiso oficial, solo se impulsará la informalidad.

“No creo que las comunas vayan a permitir que unos paguemos y otros no, pues si no hay una autorización, los que en la actualidad pagan podrían pasar a la informalidad”, indicó Cantón.

Por el contrario, dijo que de entrar en igualdad de condiciones, Uber significaría una competencia fuerte, en especial para las empresas que no estén preparadas con mejores carros y servicios.

En la Ciudad de Guatemala, precisó Cantón, podría haber alrededor de 15 mil taxis registrados, de los cuales solo unos nueve mil están activos.

Refirió que al sumar los taxis de los municipios aledaños a la capital, se podría contabilizar unos 11 mil autorizados, para un total de 17 mil a nivel del país.

Amílcar Montejo, intendente de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) de la Ciudad de Guatemala, informó que solo en la esta urbe hay registrados 7 mil 338 taxis rotativos, mientras que hay 1 mil 478 estacionarios.

Edwin Barrios, con 14 años de trabajar en el sector de vehículos de alquiler, comentó que los más afectados serán los taxistas nuevos que no tienen clientela establecida.

Una característica de Uber es que el pago se puede hacer por vía electrónica por medio de una tarjeta de crédito, y del total del monto cobrado, el conductor se queda con el 85% de la tarifa.

Al final de la semana, la empresa deposita en una cuenta bancaria el saldo que le corresponde como conductor.

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