Las terminales, doce de ellas situadas en aguas profundas que permiten el acceso de grandes petroleros, tienen una capacidad de almacenamiento de 28 millones de barriles de crudos y derivados.
La refinería de Port Reading (New Jersey) necesitaba una modernización a fondo y había sufrido pérdidas durante dos de los últimos tres ejercicios, por lo que su cierre, que estará completado para finales de febrero, ahorrará dinero a la compañía.
Hess también mantiene una red de unas 1 mil 300 estaciones de servicio en Estados Unidos.
La compañía, que no precisó el precio que espera obtener por la venta de sus terminales, sí indicó que ha contratado al banco de inversiones Goldman Sachs para asesorarle en la transacción.
Tras realizar este anuncio, las acciones de Hess se disparaban más de un 5 % en la bolsa de Wall Street. Sin embargo, algunos analistas han mostrado ciertas preocupaciones acerca de que el cierre de la refinería pueda causar a corto plazo un menor suministro de gasolina que lleve al alza los precios en la región del noreste de EE.UU. EFE