El grupo se conforma ahora de 20 países, que incluyen a EE. UU.
El club es un grupo informal de gobiernos que negocian colectivamente con países pobres abrumados por enormes deudas. Fue creado en 1956 y ha realizado operaciones de crédito para 90 países.
Puede cancelar o reestructurar deudas cuando los países están al borde de la mora.
Argentina, por ejemplo, acordó en mayo con el Club de París un plan para resolver US$9 mil 700 millones en deuda impaga desde el desplome económico de 2001-2002.
En un comunicado, el ministro de finanzas israelí, Yair Lapid, elogió la decisión diciendo que “demuestra el poder económico de Israel y presenta prueba adicional de que el lugar de Israel está al lado de los países más fuertes en el ámbito internacional”.
Israel, que comenzó como una diminuta nación agrícola, ha evolucionado en una economía de tecnología avanzada. En el 2010, después de una gestión de 16 años, Israel fue aceptado en la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), un foro de políticas para las economías más desarrolladas del mundo.
La inclusión de Israel en esos organismos, y sus progresos económicos en años recientes, tiene lugar en momentos en que las economías de países pudientes en Europa se han visto en dificultades. Francia, en particular, ha experimentado dos recesiones en los últimos años y no ha podido retomar el crecimiento.