“Cuando hay tantos intermediarios, se eleva el costo y poco queda a los campesinos”, expresó Osorio, quien ha logrado establecer con los agricultores de la región una “relación de confianza” que beneficia a ambos actores.
Del emprendimiento a la planta
En los primeros pasos de su emprendimiento, con un procesador de alimentos básico y cinco repollos, cubría las necesidades de los pocos clientes, pero posicionar sus ensaladas lo obligó a montar una planta de producción, a adquirir máquinas que transforman 200 kilos de vegetales por hora y a comprar seis toneladas de repollo al mes.
Con ese avance, optó por contactar a los campesinos para conocerlos, hablar con ellos y visitar sus cultivos, el lugar donde “nace la magia” de los sembrados que posteriormente le suministran la materia prima que procesa y entrega al consumidor.
“Me gusta porque realmente sé de dónde sale mi producto y su calidad”, comentó el chef, quien cerró su restaurante tras descubrir una “necesidad en el mercado” con un producto frecuentemente utilizado por los antioqueños.
Osorio, en ese entonces, estuvo un año explorando y ensayando recetas, pero “sin mucho interés” hasta que se decidió a preparar cinco unidades de ensaladas que vendió el mismo día.
Hoy cuenta con 16 empleados y una producción de más de 24.000 unidades al mes, que distribuye en supermercados, restaurantes de comidas rápidas, autoservicios y carnicerías, entre otros.
Línea de productos
“Queremos vender practicidad y tiempo a la gente. Que solo tengan que destapar un paquete”, comentó sobre la filosofía de su empresa.
Entre sus productos, la ensalada americana, una mezcla de repollo, zanahoria, piña y mayonesa, se convirtió en “la base” de preparaciones como hamburguesas y perros calientes en varios restaurantes, por lo que la corporación Interactuar lo premió en la categoría Innovación en los galardones que reconocen la evolución de microempresarios que respaldan con capacitación y créditos.
Esta corporación, además, lidera programas que han fortalecido en el departamento de Antioquia la producción agrícola con la formación de campesinos, a quienes contactan con posibles compradores, como sucedió con Osorio y su empresa Ensaladas de la Huerta.
La gerente del proyecto de Fortalecimiento Agroempresarial de Interactuar, Jeannie Sepúlveda, explicó que si los cultivadores aprenden a programar mejor sus cosechas, ciclos de producción y a tocar adecuadamente las puertas, “pueden lograr un producto apetecido por el mercado e incursionar en canales de distribución efectivos”.
Recientemente el Gobierno colombiano presentó el plan “Coseche, venda a la fija”, con el que busca convertir a unos 300.000 agricultores en emprendedores del campo al asegurar la venta anticipada de sus productos antes de sembrar.
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