La Comisión duda de que esta ventaja fiscal cumpla con las reglas comunitarias en materia de ayuda de Estado, que prohíben otorgar a ciertas empresas ventajas selectivas que distorsionan la competencia en el mercado único.
Para que la deducción por beneficios extraordinarios puede aplicarse en Bélgica, una compañía necesita una confirmación previa por parte de la Hacienda belga a través de una decisión tributaria, también conocida como “tax ruling” .
Este esquema “parece solo beneficiar a grupos multinacionales, mientras que empresas belgas solo activas en Bélgica no pueden reclamar ventajas similares” , explica la CE.
Según las autoridades belgas, esta provisión fiscal solo implementa el principio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) “largo de brazo” .
Este principio establece que las empresas de un mismo grupo deben aplicar las transacciones comerciales y financieros entre ellas como si fueran independientes, es decir a precio de mercado y actuando en su mejor interés propio.
No obstante, la CE duda de que esta interpretación del principio de la OCDE sea válido en este caso.
La Comisión cree que los beneficios excesivos argumentados bajo la ventaja fiscal belga, es decir las deducciones que una empresa puede reclamar por sinergias intragrupales o economías de escala, por ejemplo, “sobrestiman los beneficios actuales de pertenecer a un grupo multinacional” .
Las deducciones otorgadas a través de esta ventaja fiscal en Bélgica alcanzan normalmente más del 50 % de los beneficios cubiertos por la decisión tributaria y en ocasiones puede llegar al 90 %, indica la CE.
El análisis del Ejecutivo comunitario, con el que no concuerda Bélgica, ha determinado hasta el momento que este sistema “no puede ser justificado por el objetivo de prevenir la doble imposición” , porque “las deducciones en Bélgica no corresponden a reclamaciones de otro país para cobrar el impuesto sobre los mismos beneficios” .
Además, las prácticas administrativas pasadas de Bélgica han revelado que las ventajas fiscales “a menudo se conceden a empresas que han reubicado una parte sustancial de sus actividades al país o que han hecho importantes inversiones” en el mismo.
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, indicó que si se confirman sus dudas, “este esquema generalizado supondría una distorsión grave de la competencia, al beneficiar indebidamente a un número selectivo de multinacionales” .
La apertura de la investigación en profundidad de estas ventajas fiscales en Bélgica se produce después de que la CE comenzara a investigar en junio de 2013 prácticas fiscales de Estados miembros.
En diciembre de 2014 extendió su solicitud de información en a todos los Estados miembros sobre el trato fiscal que otorgan a multinacionales a raíz del escándalo LxuLeaks de ventajas fiscales en Luxemburgo que permitían a grandes corporaciones reducir drásticamente sus impuestos.
El 11 de junio de 2014 la CE abrió además una investigación formal sobre las prácticas fiscales que Luxemburgo concede a Fiat Finance & Trade, que Holanda aplica a Starbucks, e Irlanda a Apple, y el 7 de octubre del año pasado amplió su análisis por el trato fiscal del Gran Ducado a Amazon.