Economía

Neopenda: El emprendimiento de dos mujeres que pueden reducir la mortalidad infantil

Sona Shah y Teresa Cavel fundaron en el 2015 una empresa que fabrica monitores neonatales portátiles que reducen la tasa de muertes en recién nacidos en países subdesarrollados y de bajos recursos, son una de las startups emergentes de Chicago, Estados Unidos, que han recibido financiamientos de inversionistas para continuar su proyecto.

Neopenda, fundada por Sona Shah y Teresa Cauvel en 2015, trabajan en un dispositivo que puede ayudar a reducir la mortalidad infantil. (Foto Prensa Libre: Natiana Gándara)

Neopenda, fundada por Sona Shah y Teresa Cauvel en 2015, trabajan en un dispositivo que puede ayudar a reducir la mortalidad infantil. (Foto Prensa Libre: Natiana Gándara)

Según la Organización Mundial de la Salud, se puede prevenir alrededor del 80% de los aproximadamente tres millones de muertes de recién nacidos en los países en desarrollo.

Imagine usted que el equipo médico existente en un hospital falle con frecuencia debido a la falta de equipo y condiciones adecuadas, inestabilidad eléctrica, acceso a internet, limitaciones de espacio y disponibilidad de piezas de repuesto. Los pacientes vulnerables, como los neonatos críticamente enfermos, mueren por estas limitaciones.

Neopenda que significa baby love o amor de bebé, es el primer producto que desarrollaron las ingenieras especializadas en bio medicina egresadas de la Universidad de Columbia, consiste en un dispositivo portátil que monitorea continuamente los signos vitales de los neonatos.

Al hacerlo, el sistema ayuda a las enfermeras en centros de atención médica con escasos recursos y a los equipos médicos sobrecargados a monitorear el estado de sus pacientes más jóvenes de manera mucho más eficiente de lo que de otra manera serían capaces.

“Por una investigación reconocimos que en países como Uganda, hay demasiados recién nacidos críticamente enfermos en centros de salud y no hay suficientes enfermeras para ayudar a cuidarlos, y lo más grave es la falta de equipo de monitoreo disponible para detectar cuándo un recién nacido está en peligro y en extrema necesidad de atención”, explicó Shah.

La historia de Neopenda formó parte de la gira a periodistas sobre la Cumbre Mundial de Emprendimiento (GES 2019) organizada por los Centros de Prensa Extranjera del Departamento de Estado de los EE. UU., y la Oficina de Asuntos Públicos.

El sensor que salva vidas

 

El aparato consta de sensores que miden el oxígeno, signos vitales y temperatura, mide la frecuencia cardíaca, respiratoria, la saturación de oxígeno en la sangre y la temperatura.

Si alguno de los signos vitales se desvía fuera de un rango saludable, una enfermera recibe una alerta eficiente para dirigir su atención al bebé que más lo necesita.

“Con los datos que genera el sensor, se puede revisar en el perfil de cada paciente y observar el tránsito a lo largo del tiempo y eso le da mucha más orientación sobre lo que está sucediendo con los pacientes en la sala y si el tratamiento que se está dando realmente funciona o debería modificarse de alguna manera”, añadió Sha.

Los sensores que tienen la forma similar a la de un reloj digital funcionan con baterías recargables, y transmiten de forma inalámbrica (es decir que no requieren de internet) envía los datos a una aplicación de monitoreo central que alerta al personal de enfermería en tiempo real cuando un recién nacido está en peligro.

El dispositivo mide continuamente cuatro signos vitales diferentes, explicó Sona Shah. (Foto Prensa Libre: Natiana Gándara)

 

Cauvel explicó además que el dispositivo alimentado por batería usa Bluetooth y puede durar de cinco a siete días sin tener que recargar. Además es fácil de limpiar y reutilizable de un paciente a otro.

Esta solución se diseñó y mejora con el apoyo de enfermeras y médicos en Uganda para garantizar que satisfaga las necesidades y limitaciones de los entornos de bajos recursos.

“Una de las cosas que tenemos en mente es el diseño para las comunidades, así que lo que estamos haciendo de manera diferente es que lo estamos diseñando para el entorno y los mercados emergentes que no tienen acceso a este tipo de tecnología”, afirmó Shah.

El producto que viene en un paquete completo habilitado para Bluetooth con sistema de baja potencia se encuentra en ensayos clínicos en EE. UU., Boston, así como un ensayo en funcionamiento en Uganda.

Es así como esta idea que comenzó como un proyecto universitario, en los últimos tres años, el equipo de Neopenda ha trabajado para desarrollar y llevar dispositivos médicos adecuados al contexto, basados en las necesidades del mercado, en mercados emergentes.

Los dispositivos de Neopenda funcionan con recargables de baja potencia, y su función inalámbrica los hace ideales en áreas sin acceso constante a la electricidad. (Foto Prensa Libre: Natiana Gándara)

El camino para obtener financiamiento

 

En abril del 2019 recaudó en inversión $1.04 millones de Axel Johnson Inc., con sede en Nueva York, y SUNU Capital, una firma de capital de riesgo con sede en África.

Las creadoras de Neopenda afirmaron que el nuevo financiamiento les permitirá comenzar a fabricar y comercializar su producto. Los fondos también ayudarán a expandir las pruebas clínicas de la startup a regiones más allá de su base actual en Uganda.

En 2018 juntó con el Techstars Chicago, un acelerador de negocios que proporciona asesoramiento y recursos para las empresas en etapa inicial, logró recaudar aproximadamente US$300 mil en una campaña de financiamiento colectivo.

Las emprendedoras indicaron que el proyecto estaba “1,000% sobre financiado”, ya que recaudó dinero por un valor superior a los US$275 mil. Es así, como desde su lanzamiento, Neopenda ha recaudado más de US$600 mil en fondos.

“Realmente queremos hacer de este un producto que sea útil, que dure y tenga un impacto en el campo”, enfatizó Cauvel.

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