En el foro “Reformas al Servicio Civil en Guatemala” se recalcó que no existe un sistema de meritocracia ni de incentivos que controlen y mantengan la calidad de los profesionales que trabajan para el Estado.
También se señaló que existe mucha discrecionalidad en algunos puestos públicos, lo que da cabida a situaciones de malversación de fondos, tráfico de influencias, plazas fantasmas y corrupción.
El foro señaló que el tema significa una debilidad institucional, pues obstaculiza la gestión y desarrollo eficiente de las instituciones del Estado.
Lo importante es generar las reformas necesarias a la Ley de Servicio Civil, para que no cualquier pacto colectivo se salte los procedimientos establecidos, afirmó Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de Fundesa.
Se busca que se modernice y fortalezca la Oficina Nacional de Servicio Civil (Onsec), para atraer y retener al talento y que las mejores personas trabajen en el Estado, agregó.
El empresario Felipe Bosch, presidente de Fundesa, comentó que lo que se pretende es reducir la discrecionalidad del funcionario, de colocar a personas no idóneas en puestos clave dentro del Estado.
Si se desea que las mejores personas trabajen en el Gobierno, hay que hacer cambios legales y culturales y eliminar las plazas fantasma y que haya controles electrónicos para saber cuántos funcionarios tiene el Estado, aseguró Zapata.
Según analistas, la iniciativa que pretende modificar la Ley de Servicio Civil y que ya está en segunda lectura está detenida en el Congreso, pero tampoco es lo que necesita el país, pues no propicia cambios adecuados.
Agregado a que no existe un registro de empleados públicos, pero si se quisieran contabilizar solo se podría hacer con voluntad política, pero sin esa información no se pueden tomar mejores decisiones.