Economía

Por qué Guatemala perdió una ruta marítima a Europa (y cómo esto afectará al país)

Desde el pasado 15 de julio, las principales empresas navieras que prestan el servicio dejaron de atender la ruta directa desde la Empresa Portuaria Santo Tomás de Castilla (Empornac) en Izabal, que era la salida de las mercancías hacia las terminales del viejo continente.

Guatemala reúne las condiciones jurídicas, técnicas y financieras para desarrollar proyectos de Alianza Público-Privada en el sistema portuario, según expertos internacionales en el tema de infraestructura y de momento no existe una propuesta para aplicar una APP (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Guatemala reúne las condiciones jurídicas, técnicas y financieras para desarrollar proyectos de Alianza Público-Privada en el sistema portuario, según expertos internacionales en el tema de infraestructura y de momento no existe una propuesta para aplicar una APP (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Guatemala perdió competitividad en transporte marítimo hacia los puertos europeos. El país mantuvo una ruta directa por más de seis décadas, pero prescindir de esta implicará un aumento de costos monetarios y tiempo en las relaciones de intercambio comercial.

De esa cuenta, solo se quedó la prestación del servicio por parte de una empresa con un barco para transporte multipropósito (Sea Trade), pero las principales cargas dejaron de enviarse desde el puerto caribeño.

Una ruta menos

Entre las razones de la retirada de la ruta, se enumeró la falta de eficiencias en tiempos, la burocracia en las gestiones y situaciones laborales, así como las nuevas disposiciones de regulación ambiental en los buques que entrarán en vigor el 1 de enero del 2020, según directivos del sector naviero.

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Esta situación repercutirá en el comercio exterior, es decir, tanto en exportaciones e importaciones, y era algo que se había anunciado, luego de la crisis que afectó a Empornac en el 2018, por la falta de maquinaria y equipos para las operaciones de carga y descarga (tiempo/hora) que se retrasaron.

Hasta el 31 de mayo pasado, Guatemala había exportado bienes a la Eurozona por US$390 millones, que representa un incremento del 9% y había importado por US$515 millones con una caída del 10%, con respecto al mismo período del año pasado, según las estadísticas de comercio exterior.

La Empornac es el segundo puerto más importante del país, que conecta con las rutas del Caribe y el Atlántico.

La perdida de la ruta desde Empornac a puertos europeos, aumentará los costos logísticos por el transbordo de las mercancias, según Asonav. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart)

Difícil decisión

Elieser Castellanos D´Bourg, presidente de la Asociación Nacional de Navieros de Guatemala (Asonav), confirmó que ninguna de las principales compañías está embarcando o desembarcando desde la Empornac hacia Europa, y se efectúa transbordo con otras terminales para su destino (y viceversa).

Aclaró que no significa que se pierda el volumen de carga marítima –entre ambos bloques–, sino que encarecerá los costos en promedio en un rango del 20% al 25%, tanto para importaciones y exportaciones.

“Esto va a golpear directamente al bolsillo de los consumidores quienes al final de la cadena tendrán que asumir estos costos logísticos”, subrayó.

Es decir, si los costos de un producto antes eran de Q100 con la ruta directa hacia Europa, ahora serán de Q125 con el transbordo en otra terminal, citó como ejemplo.

Gana la competencia

Las mercancías guatemaltecas se estarán destinando al Puerto Moín, en Costa Rica, como brazo logístico de Centroamérica para los servicios marítimos directos a Europa.

Es decir que en un barco pequeño y de menor calaje trasladarán los bienes a esa terminal y de ahí vendrá otro con mayor capacidad a recoger o entregar las cargas.

Esta medida también afectará a los bienes de El Salvador, Honduras y Nicaragua que tengan como destino final los puertos europeos.

César Meza, gerente general de Santo Tomás, confirmó que el último barco que realizó la frecuencia directa con Europa fue en julio y hay una reprogramación para que salga desde Costa Rica.

Reconoció que una de las limitaciones en el puerto es el calado (profundidad) que en el canal de acceso es de 11 metros, mientras que, en el muelle de 10.5 metros.

Comparó que en otras terminales (competencia) se han realizado inversiones y han logrado un calado de hasta 14 metros de profundidad, pero en otros casos hasta 18 metros, que permite una economía para el ingreso de buque más grandes.

Meza justificó que, basado en economías de escala con el ingreso de buques más grandes para las cargas que van hacia Europa, los armadores de las rutas marítimas decidieron ya no tener una ruta directa, si no hacia Puerto Moín y Santo Tomás (viceversa).

Las compañías navieras que decidieron ya no trabajar la frecuencia, según el presidente de Asonav, están Maersk, Hamburg Sud, MSC, CMA-CGM y Hapas Lloyd.

El muelle comercial de Empornac tiene un calado de 10.5 metros de profundidad y solo podrán ingresar esos barcos con esa capacidad. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart)

Clara desventaja

Meza reconoció que el Puerto Moin, en el Caribe costarricense, cuenta con mejor infraestructura.

Esa terminal es manejada por APM Terminals, que es una terminal especializada en contenedores y realizó inversiones en grúas porticas, logística y las profundidades que permiten el ingreso de buques con mayor calado.

“Nos tenemos que enfocar en los barcos más pequeños que son los únicos que podrán ingresar al muelle y la proyección en el futuro poder desarrollar un calado de 14 metros que está establecido en el plan maestro de inversión”, dijo Meza.

La inversión en el calado estaría asociada a la posible construcción de una terminal de contenedores que se encuentra en estudio técnico y de viabilidad.

El presidente de Asonav, mencionó que las mercancías que van hacia Europa también realizarán transbordos en otros puertos como Cartagena, Colombia; Caucedo, República Dominicana; Kingston, Jamaica, Manzanillo, México y Panamá, respectivamente.

Impacto en tiempos

Para los dueños de las mercancías también impactará en los tiempos de entrega, que representa pérdidas monetarias y de negocios.

Según Castellanos D´Bourg, en promedio un barco desde la Empornac tenía un tiempo de duración de 15 días, pero ahora con el transbordo ese tiempo pasará a 17 o 18 días.

“Hay mercancías de productos perecederos que tienen un tiempo de vida útil y el riesgo es que se puedan porque se acortan los tiempos”, dijo el ejecutivo.

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Citó como ejemplo los quesos que se importan de Europa hacia Guatemala y que tienen una alta demanda, sobre todo para fin de año.

En el primer semestre del año, la Empornac, manejó 3.7 millones de toneladas métricas de carga y representó el 27% de todo el sistema que es de 13.9 millones de toneladas.

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ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.