Para los guatemaltecos, comer fiambre el uno de noviembre, es una tradición tan fervorosa como cantar el himno nacional o como hablar con emoción sobre la hermosura del quetzal. Es una comida que une a cada individuo con el ser fallecido que conmemora y recuerda el sincretismo del pueblo maya y el español desde la época de la conquista.

Entre todas las versiones, la más popular cuenta la historia de una cocinera particular que no tenía nada que le sirviera para dar de comer a sus patrones. Entonces se le ocurrió hacer una mezcla de lo que encontró y lo preparó como comida fría. El plato fue del gusto de los patrones, quienes ordenaron que se conservase la receta.

Fuente: Investigador y profesor guatemalteco Luis Villar Anleu. lvillaranleu@gmail.com

Si quieres conservar la receta del fiambre rojo, descárgala aquí.