El hecho ocurrió el 27 de julio del 2011, en el parqueo de un gimnasio del bulevar Los Próceres, zona 10. En esa fecha, Pineda laboraba como agente de seguridad privada, a pesar de que tenía un antecedente por portación ilegal de arma de fuego.
Desde ese momento, agentes de la Sección de Delitos contra la Vida, de la División Especializada en Investigaciones Criminales, comenzaron a seguirle la pista.
A través de los servicios de inteligencia pudieron ubicarlo el sábado recién pasado, en Barberena, pero se les escapó.
Se defiende
El presunto femicida supo que lo seguían y se refugió en un granero abandonado, propiedad de un pariente.
Los agentes montaron guardia mientras les entregaban la orden de allanamiento.
“Sé por qué me buscan, pero yo disparé contra unos asaltantes que se encontraban en el gimnasio”, les dijo a los agentes cuando le hicieron saber que estaba detenido.
La Policía lo llevó ayer al Juzgado Penal de turno de la capital, para que rindiera su declaración.