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A un año de la erupción del Volcán de Fuego, el peligro es latente

El 3 de junio del 2018 era un domingo como cualquier otro, sin embargo, marcó el final de muchas vidas. Los sobrevivientes aún no se acostumbran a su nueva realidad y viven con el recuerdo de lo que perdieron, que en muchos casos fue todo.

Hace un año, era una comunidad de campesinos y obreros. Ahora San Miguel los Lotes es un lugar sepultado por material volcánico donde la vida ya no será posible. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Hace un año, era una comunidad de campesinos y obreros. Ahora San Miguel los Lotes es un lugar sepultado por material volcánico donde la vida ya no será posible. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

San Miguel los Lotes, una comunidad que desde los años 60 se comenzó a poblar, quedó soterrada por toneladas de material volcánico que arrojó el cono. Es la zona cero de esa tragedia.

Como no hay autoridad presente, hay quienes llegan a robar material que pueden tener algún valor o utilidad, como hierro, arena o leña.

La única persona que vive en la zona cero es Eufemia García, de 40 años, quien sigue buscando los restos de sus seres queridos.

Pero además de esa comunidad hay otras, a dos kilómetros de ahí, consideradas lugares vulnerables por la actividad del Volcán de Fuego.

Humildes tributos para las víctimas de la pavorosa erupción del 3 de junio de 2018.
(Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Son El Rodeo, La Reina y Santa Rosa, donde hace dos semanas, se instalaron altavoces para alertar a los comunitarios en caso de emergencia.

Pese a lo ocurrido en San Miguel Los Lotes, la mayoría de pobladores ignora cuál serían los pasos a seguir para evacuar en caso de un evento catastrófico.

Víctor Joel Morejón, integrante del Consejo Comunitario de Desarrollo de El Rodeo, considera que, sumando a La Reina y a Santa Rosa, son más de mil familias las que viven en el área y que están en riesgo constante.

En Los Lotes solo quedan toneladas de material volcánico y restos de construcciones.
(Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

El sistema de altavoces es para que puedan dar una alerta oportuna y la población tenga tiempo suficiente para evacuar. Por ahora, la alarma no está activa, porque hace falta una ceremonia de inauguración, explica Morejón.

Prensa Libre hizo un sondeo por diferentes sitios de la comunidad El Rodeo y se abordó a los vecinos para preguntarles si estaban enterados sobre las acciones de prevención. Nadie sabía de algún plan.

Mario Gómez Pérez, vecino de El Rodeo, asegura que desde que ocurrió la tragedia de San Miguel Los Lotes, el personal estatal no ha visitado la comunidad, y sostiene que desconocen los lugares seguros para reunirse en caso de emergencia.

Familias en los atus ven pasar los meses y no se cumplen los ofrecimientos de vivienda digna.
(Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Morejón reconoce que la capacitación aún está en proceso y que el siguiente paso es formar una coordinadora local para reducción de desastres, lo que tomará varios meses.

David de León, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), explicó que se han priorizado procesos de capacitación a los líderes, e incluso en abril del año pasado se efectuó un simulacro en el que participaron miembros de las tres comunidades.

De León explicó que parte de los problemas para mantener un canal de comunicación es que muchos líderes se han mudado a otras comunidades. Agregó que ya tienen diseñado un nuevo plan, que incluye el uso del equipo de altavoz, capacitación a los nuevos líderes de las comunidades y trabajar en la difusión de la información. Tampoco se descarta un nuevo simulacro.

Familias de la colonia Las Palmas, Siquinalá, tienen temor de que la actividad volcánica puede causar una tragedia. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernánde)

Problema será a largo plazo

Después de la erupción de junio del año pasado, hay secuelas y otros impactos en la zona aledaña al Volcán de Fuego, siendo el mayor riesgo los materiales que expulsó, según Álex Guerra, director general del Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC).

“Es difícil medirlo, pero se estimó que entre 3 y 5 por ciento se ha movilizado con el agua en el año 2018. Ahora, con las lluvias, está bajando casi todos los días. Ese es uno de los peligros, porque al darse esas crecidas y llevar tantas piedras y tanta arena, el poder destructivo es mayor y puede afectar las bases de los puentes, pudiendo hacer que estos colapsen”, expuso Guerra.

Ríos, como Achiguate, Guacalate y Coyolate, amenazan con súbitas crecidas.

Hace un año, era una comunidad de campesinos y obreros. Ahora San Miguel los Lotes es un lugar sepultado por material volcánico donde la vida ya no será posible. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

 

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ESCRITO POR:

Carlos Enrique Paredes

Periodista de Prensa Libre y Guatevisión con 16 años de experiencia. Corresponsal del año 2015 y 2018. Reconocido por la Hemeroteca Nacional por su trabajo reporteril en 2018.