Consultadas en el Hospital de San Marcos, las víctimas refirieron que el piloto, quien se dio a la fuga, se distrajo y perdió el control del automotor.
María Francisca Bámaca López, quien viajaba en la unidad accidentada, relató que salieron a eso de las seis horas de la capital y que estaban por llegar a San Marcos cuando un pasajero avisó que se quedaría en la vuelta de Tojchiná, lo cual, al parecer, distrajo al conductor.
“Cuando sentimos, el bus cayó al barranco, dio varias vueltas y por milagro de Dios estamos vivos”, contó.
Romeo Crisóstomo Gabriel, quien posiblemente se fracturó la clavícula, dijo que viajaba sentado atrás del piloto y que este bromeaba con su ayudante, por lo que perdió el control del timón y el automotor cayó en el barranco.
Automovilistas que presenciaron el accidente indicaron que el autobús iba a gran velocidad y pasó de largo en la curva.
Amílcar Gabriel Pérez, otro de los lesionados, señaló que en el automotor se transportaban cerca de 70 pasajeros, pese a que este tiene capacidad para 48 usuarios.
Siete muertos en dos días
El 28 de diciembre chocaron un vehículo y un camión, en el kilómetro 25 de la ruta Interamericana, lo que dejó como saldo cuatro personas muertas, tres de ellas mujeres. Además, resultaron heridas dos personas.
Dos personas más, entre ellas un niño de 4 años, murieron luego de haber sido atropellados en diferentes accidentes, en Malacatán, San Marcos, y Coatepeque, Quetzaltenango.
Ayer pereció César Augusto Escalante, 62, cuando el automotor en que se transportaba chocó contra un tráiler, en el kilómetro 283 de la carretera al Atlántico, en la aldea Entre Ríos, Puerto Barrios, Izabal.