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Atención integral a la primera infancia sigue sin ser la prioridad del Estado, lo que influye en la educación inicial

En Guatemala el 16% de la población está en la etapa de la primera infancia, hay políticas públicas y programas de educación inicial para atenderla pero persisten retos en su implementación.

educación inicial

Persisten las brechas para implementar las políticas de para atender la primera infancia, lo que afecta la educación inicial. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

En Guatemala hay políticas públicas y programas enfocados a la atención de la primera infancia, sin embargo, su implementación y alcance es débil. Esa es una de las conclusiones a las que llega la investigación regional sobre educación de la primera infancia y lectoescritura emergente, capítulo Guatemala, elaborado por la Red para la Lectoescritura Inicial de Centroamérica y el Caribe (RedLEI), presentado este 7 de abril.

Desde el nacimiento a los seis años transita la primera infancia, y en este período todo niño comienza a desarrollar habilidades y destrezas que son fundamentales para desenvolvimiento de las siguientes fases de la vida, en lo social, emocionales y cognitivo.

Acá se establecen los cimientos para su aprendizaje educativo, pues en esta etapa se adquiere el lenguaje oral en el hogar y en los espacios educativos, lo que constituye el proceso preparatorio de la lectoescritura, que ocurre hasta su ingreso a la primaria.

En Guatemala, el 16 por ciento de la población encaja en esta etapa, según el Censo Nacional de Población y de Vivienda (2018). El grupo que tiene de 0 a 3 años y 11 meses está en la fase inicial, mientras que de los 4 a 6 años, en el nivel preprimario.

La investigación tuvo un enfoque documental y se alimentó con entrevistas a 22 expertos en el tema. Se elaboró durante el 2020 y 2021, y se analizaron las políticas de atención y educación a dicho grupo poblacional en ocho dimensiones que se engloban en el ambiente político y financiero y en la supervisión, monitoreo y acompañamiento.

En ese análisis se advierte que las principales brechas están en su aplicación y en la ausencia de una política de Estado que atienda de manera integral a la población en esta etapa.

De acuerdo con Sofía de la Cruz, investigadora de RedLEI, magister en Dirección y Evaluación Educativa, en los últimos años la cobertura educativa a niños entre estas edades tuvo un avance, y el reto es asegurar que reciban educación de calidad.

Pese a esa mejora en el alcance, en lo que respecta a la educación inicial solo el 1.5% -dato del 2011- de niños tiene acceso a los programas públicos que contribuyan en su aprendizaje. Que estos niveles educativos no sean vinculantes para ingresar a la primeria son un freno para que dicha cobertura no se amplíe, el reto es universalizar la educación para los niños en estas etapas.

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“Como este nivel no es obligatorio y es atendido en modalidad no escolarizada, entonces los padres tampoco le dan la prioridad y la relevancia para matricular a los niños. Lo que pasa es que estos niños no están teniendo este desarrollo de destrezas y habilidades que les van a servir para la preprimaria y posteriormente para las otras etapas escolares”, dice De la Cruz.

La educación inicial potencia en el niño las destrezas preparatorias para el proceso de lectoescritura inicial, que incidirá en su avance educativo. Los bajos resultados que han obtenido los estudiantes en las pruebas de graduandos, según la investigadora, posiblemente tengan relación con que las destrezas y habilidades de lectoescritura y de Matemática inicial no se ha desarrollado a profundidad en las etapas iniciales.

Pero el tema pasa también por la baja asignación presupuestaria que el Ministerio de Educación (Mineduc) destina para estos niveles. El nivel inicial recibió solamente el 0.06 por ciento del presupuesto de la cartera durante el 2020 y 2021, mientras que la educación preprimaria el 13.2 por ciento. Contrario al 55 por ciento destinado a la primaria.

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“El reto principal se encuentran en el aumento de la inversión pública por parte del Estado para garantizar que estos niños tengan acceso a educación gratuita, pero de calidad, y sobre todo en el idioma materno, principalmente para los niños pertenecientes a pueblos originarios”, indica la investigadora.

Otro de los hallazgos de la investigación es que la supervisión, monitoreo y acreditación a programas de primera infancia son esporádicos e incipientes lo que dificulta asegurar la calidad educativa a estos niveles. El personal por parte del Mineduc para realizar este trabajo es escaso.

Docentes, una variable importante

Una variable clave en la educación inicial son los docentes. En Guatemala los maestros de preprimaria se forman a nivel de educación media, no así los maestros de educación primaria, que transitan por el grado universitario.

Si no se tienen docentes formados con las calidades debidas, la enseñanza efectiva en las aulas no se logrará, y se continuará con las prácticas pedagógicas tradicionales y escasa innovación en los procesos.

El Sistema Nacional de Indicadores Educativos, del Mineduc 2020, reportaba 35 mil 137 maestros de preprimaria en el sector oficial.

El informe refiere que la escasez de candidatos idóneos está relacionada con el bajo estatus que se le da a la profesión del docente de educación infantil, como también a los sueldos poco atractivos, puntos que la política debería incentivar.

A criterio de De la Cruz la cantidad de docentes de preescolar en el sector público es baja, principalmente en el área rural, y está relacionado con la falta de programas de Formación Inicial Docente, otra razón es que los profesores prefieren trabajar en las zonas urbanas y no en contextos vulnerables.

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“La política debiera atraer a esos profesores y retenerlos en el sistema a través de incentivos, ya que (el nivel inicial) es indispensable para el desarrollo del ser humano”, refiere la entrevistada.

Entre las ocho dimensiones analizadas está salud y nutrición, en la que hay políticas y programas que atienden a la niñez en estas áreas, pero se desconoce a ciencia a cierta el impacto que tienen en el desarrollo del niño.

En Guatemala uno de cada dos niños sufre de desnutrición crónica condición que impide el desarrollo cognitivo durante los primeros años de vida, un daño irreversible.

Qué camino tomar

Asignar mayor presupuesto para ampliar la cobertura de la educación inicial y preprimaria es una de las recomendaciones de la investigación, como también hacer obligatorio el paso de los niños por estos niveles educativos.

La coordinación intersectorial para atender a la niñez, además de avanzar en el diseño de una Política para la atención integral de la primera infancia, y priorizar la reforma de la formación inicial de los maestros, que la profesionalización sea a nivel universitario, son temas que se deben priorizar.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.

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