Este es el segundo año que se lleva a cabo la actividad, en la que se realizaron juegos y mímicas, además estuvieron presentes los padres de familia de los menores.
Los pequeños disfrutaron durante la celebración a ser bomberos, cuando varios de los socorristas les colocaron el casco, y hasta se tomaron fotografías con ellos.
En el Unop se encuentran niños afectados con cáncer que en su mayoría son originarios de Jalapa, Huehuetenango y Quetzaltenango.