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Tragedia como la de Santa Isabel puede repetirse

Hay otras áreas con similar vulnerabilidad al lugar del deslizamiento que mató a nueve personas.

Varias viviendas siguen en riesgo por lo inestable del muro y la amenaza de lluvia en el área. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

Varias viviendas siguen en riesgo por lo inestable del muro y la amenaza de lluvia en el área. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

Viviendas ubicadas en áreas de alto riesgo, falta de control de las instituciones, poca voluntad de los vecinos para acatar advertencias, falta de legislación para que las autoridades puedan actuar y un clima variable son factores en común en la ocurrencia de tragedias que se cobran vidas humanas.

Ricardo Córdova, secretario municipal de Villa Nueva, informó que esa comuna tiene identificados al menos cinco asentamientos de alto riesgo y que el mayor impedimento para evitar tragedias es que no tienen  facultad legal para obligar a las personas a dejar un terreno en el que afrontan peligro mortal.

Tres de esos asentamientos se encuentran en la zona 3 —donde también se ubica  Santa Isabel II—, otro está en la cuesta de Villalobos y el último, en la zona 12.

El problema no es exclusivo de ese municipio. Según datos de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), en la capital existen 199 áreas vulnerables a deslizamientos, y en toda la zona metropolitana, más de 300.

En los últimos días  ha cobrado relevancia lo que sucede en el del asentamiento Jesús de la Buena Esperanza,  zona 6 capitalina, donde paredes y pisos de al menos cien viviendas están a punto de colapsar.

El caso paradigmático de estas tragedias es la que sucedió hace casi un año en El Cambray 2, Santa Catarina Pinula, cuando un gigantesco alud sepultó parte de un caserío y dejó al menos dos centenas de muertos y cientos de damnificados.

La negativa de las familias de evacuar zonas de riesgo, la falta de control en las construcciones  y la debilidad de la legislación, que limita a las autoridades para poder sacar a las personas de esas áreas, aumentan las posibilidades de que otra tragedia ocurra en cualquier momento y lugar de la zona metropolitana.

Primera hipótesis  

Lo que sucedió este martes en Villa Nueva fue catalogado al principio como un deslizamiento de tierra, pero ayer por la mañana, luego de inspecciones preliminares, comenzó a tomar fuerza la hipótesis del colapso de un muro de contención.

Edwin Escobar, alcalde de Villa Nueva, informó que no se había recibido advertencia de la Conred de que el terreno era de alto riesgo, lo que esta institución confirmó.

El jefe edil indicó que, según una inspección preliminar, la saturación de agua en el suelo  y la fuerte lluvia que cayó en el sector en pocas horas hizo colapsar el muro, que junto a un furgón cayó sobre unas viviendas.

Las casas afectadas no contaban con licencia  de construcción, y según los registros municipales, fueron edificadas luego de que el Estado reconoció como dueños a quienes invadieron hace  algunos lustros.

David de León, vocero de la Conred, dijo que la hipótesis es viable, aunque informó que expertos de la institución efectúan pruebas en el área para determinar lo ocurrido.

“Lo cierto es que el suceso fue la mezcla de muchas cosas que venían ocurriendo desde hace años”, enfatizó el portavoz de la Conred.

Condiciones críticas

La Municipalidad de Villa Nueva declaró alerta roja en el lugar del desastre y, junto a Conred, evacuó a 30 familias que están en riesgo.

Según el Instituto de Meteorología, el suelo en todo el departamento de Guatemala tiene entre 70 y 80 por ciento de saturación.

El martes cayeron sobre el departamento de Guatemala 37 milímetros de lluvia en pocas horas.

La comuna de Villa Nueva solicitó a la Conred que declare inhabitable el lugar y buscará la forma de proporcionar una vivienda digna a quienes resulten afectados por esa medida.

En los cinco asentamientos en peligro, en Villa Nueva, viven aproximadamente 300 familias.

Un informe de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) alertó del peligro de 99 viviendas y 500 personas en el área, por posibles deslizamientos de continuar la lluvia.

Francisco Javier Guarén, de la PDH, aseguró que aún existe riesgo en el lugar, por lo que se debe gestionar lo antes posible la evaucación de las familias y el traslado a albergues. 

Búsqueda de sobrevivientes

Los minutos de gritos y desesperación fueron seguidos de horas de desolación entre las víctimas del deslizamiento que dejó muertos, heridos y desaparecidos en Santa Isabel 2, Villa Nueva.

Los sobrevivientes recuerdan un estruendo, temblor de tierra y una correntada de agua que reclamó todo a su paso, luego el macabro ejercicio en búsqueda de sobrevivientes entre las láminas y maderas que alguna vez edificaron viviendas.

Unas 30 familias fueron evacuadas del lugar y se habilitó un albergue en un área cercana donde se dispondrá de artículos de higiene básica y alimentación.


Entre el grupo de personas desaparecidas está Jimmy, un niño de ocho años que jugaba con otros amigos y quedó en medio de la fuerte corriente de agua y lodo.

Emilio Vega, padre del menor, desconsolado al ver los escombros donde alguna vez estuvo su hogar, espera que Jimmy esté con algún vecino, que durante la confusión lo haya auxiliado.

Así como Jimmy hay dos personas más desaparecidas, según el reporte de la municipalidad de Villa Nueva.

Los reportes oficiales identifican además ocho personas muertas en el lugar y una más que murió en el Hospital de Amatitlán.

La municipalidad de Villa Nueva donó los feretros para las víctimas y analizan las acciones de contingencia y asistenncia que puedan ofrecer a los sobrevivientes.

Se había advertido

La respuesta de los vecinos al preguntar sobre lo ocurrido y el responsable de lo sucedido es la misma: el muro del predio cedió y el dueño del terreno es el responsable.

Según explican residentes del área afectada, el dueño de un terreno decidió hace algunos años construir un muro de contención y habilitar junto a las viviendas un predio de camiones y tráileres, meses atrás relleno un espacio entre el muro y el predio con tierra, lo que provocó el colapso de algunos drenajes expuestos de la zona.

La noche del martes, el peso de la tierra mojada y la fuerte corriente de agua que buscaba un lugar pasa desfogar habrían hecho caer el muro y con este el terreno inestable y los furgones sobre las viviendas.

“Lo que le pedimos al dueño del predio es que se haga responsable del daño causado, sería justo que él responda por estos daños”, dice Mario Maldonado, uno de los vecinos que señala al predio y una mala construcción de un muro de contención como responsables de la tragedia.

Ángel Cordón, dueño del predio donde están los contenedores y desde donde cayó uno de estos, asegura que no tiene ninguna responsabilidad porque el muro se construyó hace 20 años, mucho antes que se edificaran las viviendas.

Según Cordón, el grupo de pobladores llegó al lugar y construyó sus residencias a un costado del muro del predio sin ninguna planificación ni autorización, en un área que era utilizada como paso de drenajes.

Gobierno se pronuncia

Durante la tarde de este miércoles, el Gobierno de la República emitió un comunicado en el cual se manifiestan las intrucciones del presidente Jimmy Morales para que se establezcan e informen las causas de la tragedia.

“Se ordenó a los Ministerios de Gobernación y Defensa Nacional brindar la seguridad a las personas y propiedad privada en caso sea necesario evacuar el área afectada”, expresa la nota de prensa.

Morales reiteró su “compromiso de velar por los intereses de toda la población y dictar las disposiciones que sean necesarias en los casos de emergencias graves o calamidad pública”.

*Con información de Byron Vásquez, Gabriela López y Agencia EFE

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