Comunitario

Preocupa suspensión de clases en el país

Organizaciones sociales aseguran que medida magisterial repercute en la formación de la niñez y juventud guatemaltecas.

Maestros del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Quiché al momento que toman la Dirección Departamental de Educación. (Foto Prensa Libre: Héctor Cordero)

Maestros del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Quiché al momento que toman la Dirección Departamental de Educación. (Foto Prensa Libre: Héctor Cordero)

La toma de direcciones departamentales de Educación y la suspensión de clases en escuelas públicas del país, en protesta por el incumplimiento del Pacto Colectivo, preocupa a padres de familia y organizaciones sociales, pues aseguran que esa medida, que lleva más de 15 días, repercute en la formación académica de los estudiantes.


La Gran Campaña Nacional por la Educación (GCNPE) y el Observatorio Nacional de la Calidad Educativa (Once) externaron su preocupación a través de un comunicado, en el cual resaltan que el cierre de los establecimientos educativos pone en riesgo los objetivos de aprendizaje de miles de estudiantes.

Señalan que cientos de docentes de al menos 14 departamentos aún mantienen la medida, aunque en algunos establecimientos no se interrumpieron labores, lo que “evidencia el compromiso con el cumplimiento de los 180 días mínimos contemplados en el calendario escolar”.

El padre de un estudiante de la Escuela Rural Mixta de Santa Adelaida, Santa Bárbara, Suchitepéquez, uno de los establecimientos que desde hace 15 días suspendió clases, dijo que tomarán acciones en contra de los maestros que participan en la protesta del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), pues la pérdida de tiempo afecta a los estudiantes, por incumplimiento de días oficiales que establece el Currículo Nacional Base.

María Ordóñez, madre de familia, dijo que como primera medida contra los docentes recogieron firmas para exigirles que reanuden las clases.

“Hoy se cumplen tres semanas desde que fueron tomadas las instalaciones de la Dideduc y, según las autoridades educativas, en San Marcos solo el 20 por ciento de escuelas de los municipios del altiplano habrían suspendido clases”, dijo un padre de familia.

Marta Hernández, madre de familia, de Izabal, lamentó que las clases estén suspendidas porque los niños no reciben los contenidos previstos y después afrontan dificultades para resolver los exámenes.

En Chiquimula, desde que se inició la asamblea permanente unas 300 escuelas permanecen cerradas.
En Sacatepéquez sigue ocupada la Dideduc y en Antigua Guatemala solo tres escuelas trabajan normalmente. En Alta Verapaz solo algunas escuelas se fueron al paro.

La medida magisterial  también afecta a decenas de estudiantes de  Retalhuleu, Petén, Huehuetenango, Quetzaltenango, Chimaltenango, Quiché, Sololá y Escuintla.

No apoyan

Harim Estrada, dirigente del magisterio de Joyabaj, Quiché, informó que los maestros de ese municipio acordaron no apoyar ninguna acción del STEG que perjudique la educación.

“Nosotros no apoyamos a Joviel Acevedo y seguimos trabajando”, manifestó Estrada.

Para María Magdalena Pérez Gómez, directora de la Escuela Oficial Barrio Norte, en Santa Cruz del Quiché, la educación  no está para detenerse y dejar sin clases a los niños, por lo que continuarán con sus labores.

El Pacto Colectivo contempla un 15% de aumento salarial, de manera escalonada, en el 2018, 2019 y 2020, además de un bono de fin de año por Q2 mil 500, y Q500 más a los maestros que posean título universitario.

Se intentó conocer la opinión de los dirigentes magisteriales, pero no respondieron las llamadas a sus celulares.

Con información de Whitmer Barrera, Rigoberto Escobar, Cristian Icó y Héctor Cordero.

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