Empieza en 1999, cuando entro a trabajar a la PDH, y termina en el 2005. Seis años tuve a mi cargo la coordinación nacional de las 32 oficinas que en aquel entonces tenía el procurador.
También soy fundadora y miembro activo de la Organización Desarrolladora Integral en Derechos Humanos. Como un voluntariado, damos de nuestro tiempo para capacitar.
¿Por qué salió de la PDH?
Me desencanté. No era lo que esperaba y creo que tenemos ciclos en la vida, y el mío terminó allí en aquel entonces, que ya no había compatibilidad en algunos criterios y mejor decidí retirarme.
¿Qué reformas impulsaría si llegara a la institución?
Comenzaríamos por retomar el mandato del procurador, que está basado en tres grandes pilares: defensa de derechos humanos, educación y promoción de los derechos, y fiscalización de la gestión gubernamental.
Creemos que se está haciendo de manera tergiversada. Proponemos que en la defensa se prioricen las intervenciones inmediatas y no la burocratización de la denuncia. Actualmente importa más el expediente y sus formalismos que resolver la situación de las personas. A nosotros nos importan más las personas que el expediente.
¿Cuáles son los principales incumplimientos del Estado en materia de derechos humanos?
En el tema de educación ha habido un abandono, y lo poco que se ha hecho es de manera tergiversada.
En segundo lugar, hay abandono o incumplimiento de funciones, puesto que el procurador ha ido mediatizando un tanto su acción con la escogencia de qué temas se tratan y en cuáles está completamente ausente.
¿Por qué cree que se le cuestiona a la PDH que abogue por la defensa del derecho a la vida en un clima de violencia?
Creo que se debe a que la PDH debe ser preventiva. Si enseñara bien los derechos humanos, esto incidiría en la vulnerabilidad, en la generación de principios y valores en los ciudadanos, y generaría conciencia ciudadana y apuntaría a la gobernabilidad, que los problemas se resuelvan por otras vías.
¿Cómo califica la gestión del procurador Sergio Morales?
La veo opaca, principalmente en el segundo periodo. Hay un acomodamiento de funciones y su quehacer varió sustancialmente de la primera gestión a la segunda.
¿De no resultar electa, colaboraría con otro candidato?
Es complicado, porque importa mucho quién llega. No estaría dispuesta a colaborar con cualquier persona.
¿Está de acuerdo con la reelección?
No, porque la Constitución es muy clara. Dice que para un período, y uno es uno.