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La falta de datos más precisos pone en duda la segunda ola de covid en Guatemala

Durante los primeros días de enero hubo aumento de casos, pero también se ha observado un incremento de tamizajes con relación a los últimos cuatro meses.

Los contagios muestran un tendencia a la alza, aunque ello se puede explicar por el aumento de pruebas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los contagios muestran un tendencia a la alza, aunque ello se puede explicar por el aumento de pruebas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Aunque el Gobierno asegura que el país enfrenta la segunda ola del covid-19, a la luz de los datos las opiniones no coinciden y algunos sospechan que en enero hubo más casos porque se hicieron más pruebas, pero no creció la positividad.

Durante enero se practicaron 129 mil 253 tamizajes, la cifra más alta en los 10 meses de pandemia. De estos, 17 mil 365 resultaron positivos, más de un 10 por ciento de los cribados.

Las estadísticas muestran una tendencia al alza de contagios, aunque lejos de alcanzar el número que se reportó en julio pasado, que fue de 29 mil 737 hisopados positivos, con tan solo 92 mil 148 pruebas realizadas, lo que representó que un 32 por ciento estaban infectados.

En promedio, el promedio diario en enero fue de 560.2 casos. Esta cifra podría cambiar, porque quedan algunas que todavía no se han ingresado al sistema.

El aumento de casos este mes puede deberse, en primer lugar, a que se efectuó un mayor número de análisis. Otra de las razones sería que durante las celebraciones navideñas muchas personas no se hicieron la prueba, sino que esperaron hasta principios de año, explicó Óscar Chávez, del Laboratorio de Datos.

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¿Segunda ola?

Chávez manifestó que a menudo las autoridades de Salud suelen explicar la pandemia con base en el número de casos positivos, según la fecha en que el resultado de la prueba se ingresa al sistema.

Esto conlleva un error, porque con los exámenes PCR pueden transcurrir 10 días desde que se hace el hisopado hasta que el resultado se ingresa al sistema.

“El número de pruebas según la fecha de emisión de resultados representa la capacidad de los laboratorios para procesarlas, pero para medir la situación de la pandemia hay que fijarse en la fecha en que se tomó la muestra”, aclaró Chávez.

El entrevistado considera que Guatemala nunca superó la primera ola, por lo que es escéptico cuando las autoridades de Salud declaran que estamos viviendo la segunda.

“Los datos no permiten afirmar que estemos viviendo una segunda ola. De hecho, la primera ola nunca pasó. Tuvimos un pico en julio, de 1 mil 200 casos diarios, y luego bajó a una meseta de 700 al día, pero la pandemia nunca ha estado bajo control”, cuestionó Chávez.

El especialista en datos lo ilustró de la siguiente forma: “Es como meterse al mar. Pasa una ola, pero la persona sigue sumergida hasta la cintura. No se ha superado la primera ola”.

En esa línea, la supuesta segunda ola que padecemos no se debe a un incremento del contagio, opina Carlos Paredes, experto en asesoría empresarial.

“La segunda ola registrada en Guatemala se debe exclusivamente a un incremento en el número de casos tamizados. Si antes teníamos 3 mil 500 personas tamizadas y se registraban 500 casos nuevos diarios, al incrementar a siete mil los casos tamizados al día es lógico que los casos confirmados suban a mil diarios. Las matemáticas no mienten”, señala.

Datos débiles

El 26 de enero, en una citación del Congreso, la viceministra técnica de Salud Lucrecia Ramírez expuso que era el mes que reportaba más contagios desde el inicio de la pandemia, aunque los datos disponibles no permiten validar esa aseveración.

Entre el 1 y el 30 de enero, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) reportó 22 mil 670 casos, pero casi uno de cada cuatro pruebas corresponden a hisopados llevados a cabo en meses anteriores, según el tablero covid de la cartera.

Lorena Gobern, jefa del departamento de Epidemiología del MSPAS, explicó que el lapso entre la fecha que se toma la muestra y el resultado se ingresa al sistema “depende de la capacidad de procesamiento de muestras y de digitación que tienen las instituciones”.

“Esto, por supuesto, tiene que ver con la disponibilidad de recursos humanos y del equipo de que dispongan. Se realizan grandes esfuerzos para que la brecha cada vez sea menor, pero todavía hay rezagos”, reconoció.

Asimismo, hizo ver que el incremento de casos se observa desde diciembre, por lo que el MSPAS hace un llamado a mantener la prevención sanitaria.

Sin sustento técnico

El retraso en la actualización del tablero covid se podría entender como un fallo técnico, involuntario. Sin embargo, los efectos de dicho rezago podrían tener efectos negativos si se usan esos registros para elaborar planes de acción o imponer restricciones para contener la pandemia.

Carmen Salguero, coordinadora del área de salud de Fundesa, destacó que no hay claridad sobre qué datos utiliza el MSPAS para fundamentar las disposiciones sanitarias que se emiten, lo cual dificulta evaluar si las medidas son acertadas.

“Desde el inicio de la pandemia el Ministerio de Salud ha tenido dificultades serias en dos ámbitos críticos del manejo de la crisis sanitaria. Una es la gestión de los datos para tomar decisiones, y la segunda, su procesamiento para convertirla en información y comunicar de forma pertinente”, puntualizó Salguero.

Esto se debe a que no hay una cultura de administración de datos, lo que lleva a desconfiar de los números que se reportan, agregó.
Asimismo, Salguero manifestó su preocupación por el hecho de que gran parte de las pruebas que se realizan son de antígeno y estas, dependiendo del tipo, tienen un margen de error considerable.

Entre las disposiciones tomadas recientemente, la cartera de Salud dispuso prohibir las ferias en todo el país, limitar el horario de los mercados entre las 5 y 17 horas, y hasta las 19 para los supermercados, tiendas de conveniencia y de barrio.

De igual forma se permitió, mediante el acuerdo 13-2021, que los restaurantes operen en horario regular, y los bares y centros de diversión nocturna hasta las 21 horas. No obstante, si no se reduce el índice de contagios, los casos reflejados en el tablero no presentarán un escenario preciso de la pandemia y podrían ocasionar fallas en las acciones del gobierno para atenderla, coincidieron en señalar los entrevistados.

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