Los pilotos también rechazan las constantes multas por parte de la Policía Municipal de Tránsito, pues aseguran que el dinero no les alcanza.
El paro afecta a vecinos de la colonia Bethania, Granizo y Sakerty, quienes deben caminar largas distancias para abordar un bus de otra ruta o buscar medios alternos de transporte.
Pilotos de picops cobran Q5 a las personas para llevarlas al trébol, lo cual representa un gasto adicional para los usuarios.
En el transcurso de este año han muerto 60 pilotos de buses, 25 ayudantes y 27 usuarios del transporte, según información de la Procuraduría de los Derechos Humanos.
Según la Policía, la mayoría de estas muertes están relacionadas con extorsiones.
La Fuerza de Tarea ha capturado a 355 personas sindicadas de extorsión, el 90 por ciento de estas son dirigidas por cabecillas de pandillas que están presos.