Según las organizaciones que integran este proyecto, es en esta zona, donde se produce el 90 por ciento de las hortalizas que se consumen y se exportan, es “altamente vulnerable” a sequías, heladas, tormentas e inundaciones.
Las estrategias propuestas por ResCA se enfocan en cuatro áreas: El análisis de información climática para el cuidado de cultivos y bosques, la capacitación de funcionarios y técnicos del sector público y privado, la implementación de sitios demostrativos con medidas para afrontar fenómenos climáticos y el desarrollo de criterios técnicos para mejorar la implementación de políticas públicas.
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Estar comunicados
En el área de información climática, el proyecto promueve la creación de una red de comunicación con más de 800 productores locales, quienes reciben mensajes de texto en sus celulares para informarse sobre las condiciones del clima.
A través de mensajes de texto también se les trasladan recomendaciones sobre medidas para prevenir pérdidas ante cualquier fenómeno climático.
En cuanto a la capacitación a agencias gubernamentales, municipalidades, organizaciones no gubernamentales y academia, son 27 instituciones las que han recibido insumos para el mejoramiento agropecuario.
El proyecto también instaló 20 parcelas demostrativas en San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, y en Chichicastenango, Quiché, donde se implementan las estrategias de agricultura climática inteligente con cosechas de agua, manejo integrado de plagas y construcción de estructuras para la protección de cultivos.
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Además, hay participación en la Mesa Nacional de Ganadería Bovina, donde se diseña un manual de buenas prácticas para la ganadería sostenible.
El proyecto es financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos y tiene el apoyo de la plataforma de multidonaciones AgroLAC 2025, que trabaja con productores locales.
ResCA es un proyecto de se The Nature Conservancy y sus socios guatemaltecos Agexport, Asoverde, CDRO y Fundaeco.
Ayuda sigue pendiente
El Ejecutivo retrasó por una semana más la atención de las familias afectadas por la canícula prolongada, que afecta a 297 mil 224 familias, y será la próxima semana cuando se defina si la atención será a través de un Estado de Calamidad.
El secretario de Seguridad Alimentaria y Nutricional, Juan Carlos Carías, informó a Prensa Libre que esta semana no se instaló la mesa que analizaría si es necesario un Estado de Calamidad para atender a las familias, pues el Ministerio de Finanzas busca recursos para enfrentar la emergencia.
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