Ese mismo jueves se tomó la decisión de trasladarlo a Comalapa, pero José Colaj murió en el trayecto. Fue inhumado ayer en el cementerio de la localidad.
Descontento
Según el pintor y amigo de Colaj, Rolando Ixquiac Xicará, este le comentó que deseaba dar a conocer todos los detalles de su próxima exposición, así como su descontento por el poco apoyo que recibió del Estado.
Ixquiac Xicará recordó que hacía tan solo unos días su amigo “se lamentaba mucho” de la indiferencia del Ministerio de Cultura y Deportes por la plástica nacional y “dijo claramente que (en la entrevista) iba a abordar” el tema.
El artista opina que debido a que los pintores trabajan con galerías del Ministerio de Cultura y Deportes, este se olvida de promover el arte guatemalteco.
“Le dejan toda la carga a las galerías privadas y casi se puede decir que es una indiferencia estatal instituida, algo oficializado prácticamente. José estaba muy sentido en ese punto de vista y le doy la razón”, indicó.
La muestra plástica, con material inédito creado, en su mayoría, este año, tenía el objetivo de sufragar los gastos de su tratamiento y de quimioterapias a la cuales se sometería a partir de la próxima semana.
“Ha sido muy difícil. Estamos agotando todos nuestros recursos”, indicó Marta Elena Curruchiche, viuda de Colaj.
conciencia social
La obra de Colaj se diferenció de la de otros colegas de su natal San Juan Comalapa, Chimaltenango, por la paleta de colores y la forma como trató a sus personajes en los lienzos.
Sus pinturas no siguieron los patrones paisajistas; en sus cuadros reinterpretó esa realidad con imágenes de indígenas que rara vez muestran el rostro; hombres y, sobre todo, mujeres semiocultos o sugeridos bajo las sombras o sus atuendos. Fue frecuente que también los plasmara de espaldas.
“Sus personajes mostrando la espalda son muy particulares, porque denunciaba la confrontación social entre indígenas y ladinos. Pintar a los mayas de esta forma era plasmar la indiferencia”, refiere Ixquiac Xicará.
Ambos artistas compartieron, debido a sus propuestas, un sello crítico que los hizo sobresalir de entre los pintores mayas.
“Cuando uno hace obra de este tipo, muchas veces no resulta del gusto de los coleccionistas, del público. Les molesta porque recuerda protestas, denuncia y a todo lo que signifique un reflejo de la conciencia social. Pero la propuesta de José fue admitida gracias a la calidad de su técnica y a la estética de sus personajes”, dijo Ixquiac Xicará.
exposición
“José nunca se pronunció antes acerca de esta muestra, pues tenía la esperanza de que se recuperaría”, contó Ixquiac Xicará. La galería que acogerá las últimas creaciones de Colaj, y probablemente también piezas que en vida reservó para su propia colección, serán exhibidas en El Túnel, de Plaza Obelisco. Pronto se indicará la fecha de inauguración de la exhibición.
Sus últimas pinturas denotan un acercamiento mayor al abstraccionismo. Su vívida paleta de colores permanece, pero la presencia de sus protagonistas es mucho más sugerente.
“Es una pérdida lamentable”, comentó el coleccionista de arte Carlos Cordón, quien estrechó amistad con el pintor maya. El crítico de arte Guillermo Monsanto consideraba al artista “un ser humano excepcional”.
“Nuestras condolencias a sus familiares. Lamentamos la pérdida de un valiosísimo elemento del arte nacional”, expresó William Orbaugh, director de Cooperación del Ministerio de Cultura, quien, al conocer las impresiones de Colaj, dijo que las limitaciones económicas no permiten a esa dependencia dar la ayuda deseada y que, ante ello, se trabaja en una logística interinstitucional que permita crear una plataforma interinstitucional de apoyo a los artistas. Orbaugh elogió también a la comunidad de San Juan Comalapa, a la que calificó como “cuna de artistas”.