Guatemala

Crianza de ovejas mejora calidad de vida de vecinos

La crianza de ovejas mediante el sistema integrado semiestabulado es parte de una estrategia de adaptación al cambio climático que permite a los habitantes de las Sierra de los Cuchumatanes, Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango, mejorar su calidad de vida a través de la conservación del medioambiente.

Una mujer cuida de un rebaño junto a su hijo, en Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Una mujer cuida de un rebaño junto a su hijo, en Todos Santos Cuchumatán, Huehuetenango. (Foto Prensa Libre: Mike Castillo)

Silvia Monterroso, técnica de la Fundación para la Conservación y el Ecodesarrollo (Fundaeco), señaló que la implementación de apriscos —establos— para el manejo de ganado ovino permite cambios sustanciales en el estilo de vida de las familias, pues antes las mujeres pastoreaban todo el día las ovejas, pero con ese sistema ya no es necesario.

“A través del semiestabulado las ovejas permanecen una mínima parte de tiempo en el campo, lo que permite que la salud de los animales sea mejor”, señaló Monterroso.

“El eje de todo es la familia, ya que lugares como los Cuchumatanes tienen condiciones extremas por las heladas y falta de agua durante las temporadas sin lluvia”, agregó.

De acuerdo con Monterroso, los 110 apriscos implementados permiten que las mujeres inviertan su tiempo en otras actividades como el cuidado de la casa, tejidos y la agricultura. Además, esa técnica permite la recolección del estiércol y la orina de las ovejas para convertirlos en abono orgánico, que luego se utiliza en la agricultura, principalmente en sembradíos de papa.

Entre los beneficios ambientales está la reducción de áreas de pastoreo, donde se implementan proyectos de reforestación y cultivo de pasto y avena —para alimento de las ovejas—, con lo que se mejora la consistencia de los suelos, principalmente en invierno.

Prometedor

Vecinos ven el proyecto prometedor, pues a pesar de que el cultivo de papa es su principal fuente de ingresos, esta es una alternativa para comercializar ovejas, lana y abono orgánico, cuyas ganancias pueden utilizarse en la compra de maíz, frijol y otros productos.

Sebastián Carrillo, agricultor, señaló que con la implementación del semiestabulado su condición económica ha mejorado de manera considerable, pues ahora invierte menor tiempo en el cuidado de las ovejas y aprovecha el abono que producen.

Añadió que al utilizar ese fertilizante la producción de papa mejora cada año, lo que se transforma en mejores condiciones de vida, pues las ganancias son significativas.

“Con los mismos recursos logramos hacer otras cosas que nos ayudan a obtener alimentos”, dijo.

Pedro Carrillo Calmo, residente de Chemal Uno, explicó que al no pastorear muchos niños de su comunidad pueden ir a la escuela, pues anteriormente ellos se encargaban del cuidado de los animales.

Sebastián Matías, vecino de Champulá, refirió que en los últimos años los campos para pastura se han reducido de forma acelerada, por lo que con el semiestabulado esperan recuperarlos.

“Sembramos pasto para alimento de las ovejas y hacemos todo lo posible por conservar los suelos y las fuentes de agua”, añadió.

ESCRITO POR: