A falta de recursos económicos, los restos de la menor, que según familiares “soñaba con ser contadora”, son velados en una iglesia evangélica de la zona 8 de la cabecera departamental. 

Anastasia Martínez, de oficio empleada doméstica y madre de la niña, no puede contener las lágrimas al recordar los anhelos que su hija tenía, entre ellos contar con una oficina de contabilidad.

Narró que a la edad de 13 años decidió irse a vivir con su padre quien la habría denunciado para que la Procuraduría General de la Nación (PGN) la enviara al refugio.

Agregó que siempre fue una niña risueña “con ganas de devorar al mundo”, aplicada en sus estudios y su propósito era concluir una carrera profesional para ayudar a sus cinco hermanos, con quienes compartió diversidad de experiencias que ahora son solo recuerdos.

Desconsolada, Martínez relata que fueron momentos de angustia y desesperación los que vivió durante toda la semana desde que ocurrió la tragedia, pues no le informaron si su hija estaba con vida o fallecida, es más fue hasta el martes último que le notificaron que una prueba de ADN corroboraba su parentesco con uno de los cuerpos sin ser reconocidos.

Escasos recursos

Uno de los hermanos de la fallecida, desconsolado, reclama a la vida por haberle arrebatado a quien dice lo dejó solo.  “Por qué te fuiste y me dejaste solo hermanita, que voy hacer sin ti ahora, te voy a extrañar mucho”, expresaba entre lágrimas durante el velatorio.

La madre dice que no tiene recursos económicos para pagar los gastos del velatorio y sepelio, aunque tiene ofrecimientos de autoridades municipales de velar a Daily Anali en el salón de la comuna a partir de las 15 horas de hoy. También tiene el ofrecimiento  de un panteón en el cementerio local.