Justicia

“El machismo sigue existiendo, es un problema social”: Mario Taracena, juez de Femicidio

En mayo de 2008 cobró vigencia la ley contra el Femicidio y otros tipos de Violencia contra la Mujer, lo que obligó a la creación de fiscalía, juzgados, tribunales de sentencia y salas de apelaciones en la materia para abordar las denuncias y darles respuesta a las víctimas.  

Centro de justicia especializada para erradicar el femicidio y todo tipo de violencia contra la mujer. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Centro de justicia especializada para erradicar el femicidio y todo tipo de violencia contra la mujer. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La violencia contra la mujer es uno de los delitos más denunciados y es un fenómeno que presenta diversas facetas que van desde relaciones desiguales y discriminación hasta la agresión física, psicológica, sexual y la muerte violenta de mujeres; que se dan en el ámbito laboral, familiar, académico y adquiere especial dramatismo en el ámbito de pareja y doméstico.

Parte de los mecanismos para erradicar la violencia fue la habilitación de juzgados, tribunales y Salas de Apelaciones en materia de femicidios y otros tipos de violencia contra la mujer, lo que representa un reto para el Organismo Judicial para administrar justicia con enfoque de género construyendo nuevas formas de impartir justicia con un rostro más humano y garantizar una reparación digna.

Más de una década ha pasado desde la apertura de los primeros órganos jurisdiccionales especializados y en la actualidad existen 48 órganos jurisdiccionales en Guatemala, Alta Verapaz, Quetzaltenango, El Progreso, Sacatepéquez, Santa Rosa, Huehuetenango, Quiché, Sololá, San Marcos, Chiquimula, Izabal y Escuintla; localidades en donde se registran mayor número de casos de violencia contra la mujer y femicidio.

Mario Alberto Taracena Coyado, es abogado y notario, egresado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, tiene 17 años de ejercicio profesional , se ha desempeñado como juez desde 2005, ha integrado tribunales de sentencia contra el femicidio y otros tipo de violencia contra la mujer desde 2012 en Alta Verapaz y Escuintla, y desde febrero de 2014 preside un tribunal de Guatemala.

Comparte una entrevista con el equipo de Prensa Libre en la que explica la importancia de una ley especializada y una administración de justicia con enfoque de género.

¿Por qué es importante la vigencia de la ley contra el femicidio y otros tipos de violencia contra la mujer?

La importancia de la ley radica en que se hace visible un problema de varios años, que se considerada anteriormente como un asunto de índole privado lo que podía suceder entre parejas, esposos, convivientes y el entorno familiar. Con esta legislación se pone en el ámbito público y se sanciona penalmente las agresiones que puedan surgir.

Uno de los fines primordiales es que las mujeres tengan una vida libre de violencia que se da en cuatro ámbitos como: la física, la psicológica, la sexual y la económica; adicionalmente el máximo delito que es el femicidio, la muerte de una mujer en circunstancias de relaciones desiguales y de poder.

¿A que se refiere la justicia especializada?

Tomando en cuenta que es una clase de violencia no común, por eso es que se le llama justicia especializada, porque a través de la especialización en el abordaje de esta violencia de género, es que se puede lograr acceder a una justicia en la que se tiene que visualizar aspectos importantes como la que se genera dentro de una sumisión de relaciones desiguales y de poder, entre un hombre y una mujer.

¿Cuáles considera que han sido los principales aportes en esta materia?

La justicia se ha transformado y es un largo camino que recorrer, se comprende que son cuestiones culturales a veces muy arraigadas que se tienen aún, pero se entiende que es algo que no cambiará de la noche a la mañana, sino que es una transición y cambio generacional. Entre los principales aportes es que a la víctima se le considera como una persona sujeta a derechos y la justicia tiene que responder de forma objetiva; así como el garantizar su vida e integridad física.

Es importante hacer ver que dentro de un proceso la victima no es un objeto, por lo que se le debe informar del avance de este. Otra aspecto que ha contribuido son las medidas de seguridad las cuales se otorgan de emergencia.

¿Cómo se garantiza una administración de justicia especializada de forma objetiva?

El mismo sistema de justicia está cargado de algunas ideas, costumbres, ideologías e incluso religiosas, que impiden administrar justicia, por lo que en la justicia especializada se debe administrar justicia desprovistos de cualquier idea, estigma, estereotipo, prejuicio que vaya en contra de la victima como su forma de vivir, de vestir, de relacionarse, cuestiones que son ajenas a la violencia que ha sufrido; factores que deben dejarse de lado porque solo entorpecen la justicia.

En algunos casos se ha evidenciado que la ley podría ser mal utilizada y convertirse en un mecanismo de venganza ¿Cómo evitar que sea mal utilizada una legislación que ha representado un avance en la justicia con enfoque de género?

Hay dos aspectos fundamentales que visualizar, uno de ellos es que dentro de los sistema de justicia y particularmente el guatemalteco, las personas en general a veces se quieren aprovechar de las fallas que pueda presentar y si se dan estas circunstancias, se deben vencer con una debida investigación por parte del Ministerio Público y tiene un papel muy protagónico. En la actualidad contamos con pruebas científicas y tecnológicas las cuales podrían contribuir a detectar una denuncia falsa.

¿Considera que persiste el machismo en la actualidad?

Si, es una cuestión cultural y se ve reflejado con proporcionales ventajas o empoderamiento del hombre frente a la mujer en diferentes ámbitos como laborales, competencias, educación a todo nivel. El machismo sigue existiendo, es un problema social y deviene en la justicia cuando se evidencia una imposición o relación desigual de poder se ejerce violencia. El machismo de forma estructural no lo va a cambiar solo el sistema de justicia, hay que cambiar paradigmas y estigmas.

Otro de los aspectos que persisten es el temor por parte víctimas de violencia ¿Cómo romper ese silencio?

En justicia especializada se entiende que no se está denunciando a cualquier persona, que es alguien que conoce muy bien a la victima y que posee información muy importante, entre los mecanismos de prevención se encuentran las medidas de seguridad, las cuales se activan al momento de promover la denuncia. Para la víctima es difícil porque analiza muchos aspectos de su entorno familiar y por eso es importante que el Estado le brinde una atención adecuada en su primer acercamiento con cualquier institución para generar confianza.

¿Ha logrado detectar las escalas de revictimización que se enfrentan luego de presentar una denuncia?

Si, son varias, pero las más importantes se encuentran los golpes o lesiones que le quedaron en su cuerpo, otra es cuando accede a alguna institución como la Policía Nacional Civil, Ministerio Público o al Centro de Salud, muchas veces reciben burlas por lo que es importante abordarlo y darle un tratamiento adecuado. También se enfrenta a una revictimización social cuando es señalada o criticada por su entorno familiar y social, porque al privar de libertad al agresor tratan de sembrarle un sentimiento de culpa.

Como operador de justicia con enfoque de género ¿Qué mensaje les enviará a todas esas mujeres victimas de violencia y que puedan tener esa confianza en la justicia?

Sufrir cualquier tipo de violencia es una situación muy difícil y son círculos que se repiten, por lo que es importante tomar la decisión de denunciar para cambiar ese modelo de vida, nadie ha venido a este mundo para tener una vida agónica y llena de incertidumbre, lo que no les permite desarrollarse como persona, por lo que les instó a tomar esa decisión porque tienen derecho a vivir libre de violencia y sino se toma esa decisión las cosas van a empeorar y la violencia se va acelerando en un prejuicio, un detrimento y pueden terminar con la pérdida de la vida.

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