Justicia

La irrupción del Cartel Jalisco Nueva Generación y las rutas del trasiego: Este es el panorama actual del narcotráfico en Guatemala

Por Guatemala pasa el 90 por ciento de la droga que proviene de Sudamérica y va hacia los Estados Unidos. Estos genera muchas complicaciones para las autoridades locales.

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La división antinarcótica de la Policía Nacional Civil en conjunto con el Ministerio Público y el Ejército, mantienen la lucha contra el narcotráfico. En la foto una última incautación que llegó al país en un buque. Foto PNC.

La división antinarcótica de la Policía Nacional Civil en conjunto con el Ministerio Público y el Ejército, mantienen la lucha contra el narcotráfico. En la foto una última incautación que llegó al país en un buque. Foto PNC.

El gobierno de los Estados Unidos emitió el 6 de junio un aviso nivel 4 a sus ciudadanos para no visitar San Marcos y Huehuetenango, con excepción de sus cabeceras departamentales. Todo esto “por la delincuencia y el narcotráfico que está muy extendido en sus municipios y porque gran parte de esos territorios están bajo la influencia de organizaciones criminales”. 

De hecho, esa misma semana, el embajador de aquella nación en el país, William Popp, viajó junto con el ministro de la Defensa, Henry Reyes y otros representantes del gobierno, a la playa de Tilapa, en Ocós, San Marcos, para abrir “una base de operaciones para las Fuerzas Especiales Navales, que persiguen fortalecer el acceso al flujo marítimo de narcóticos para aumentar la seguridad”.  

Y es que, en aquella región, según los reportes oficiales estadounidenses, se ha observado un aumento en el trasiego de drogas que llegan desde Colombia, Venezuela y Ecuador, principalmente, y arriban a Guatemala, Honduras y El Salvador usando no solo el litoral pacífico por vía terrestre, sino también marítima.

Además, siguen volando por cielos guatemaltecos, en especial en los departamentos de San Marcos, Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla, Petén, Quiché y Alta Verapaz.  

Mientras que, en Huehuetenango, a pesar de que no se ha operativizado alguna acción a gran escala ante los hechos, y obligado a muchas personas a ya no viajar hacia la frontera que está en la aldea La Mesilla del municipio de La Democracia, las cosas también lucen complicadas.  

Según las autoridades, los clanes criminales locales experimentan con la siembra de hoja de coca, amplían la de marihuana en lugares con índices altos de pobreza, el almacenaje de cocaína en puntos estratégicos y continúan con una lucha que se ha cobrado víctimas mortales por el traslado de la mercancía entre los territorios.  

El exministro de Gobernación, y experto en temas de narcotráfico, Francisco Rivas, confirmó que las autoridades estadounidenses se han visto en la “necesidad de advertir a sus ciudadanos de no visitar determinados departamentos y municipios por la proliferación y el actuar criminal del narcotráfico”. 

Rivas, que también fue fiscal de delitos de narcoactividad, agregó que “Estados Unidos investiga y persigue este fenómeno delictivo y tienen claridad de que las organizaciones dedicadas al trasiego de drogas están operando en determinadas áreas y en el caso de Ixchiguán tienen información de que los grupos que se dedican a promover el cultivo de la amapola operan impunemente y están generando mucha violencia e inseguridad”.  

Y en este sentido el Gobierno declaró un estado de Sitio en aquel municipio y su vecino Tajumulco.  

“Todo esto se suma a los problemas que históricamente ha existido en esos municipios por los límites territoriales”, puntualizó.   

Para Rivas la advertencia en vídeo que circuló del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) hace meses levantó más las alarmas y señaló que ese grupo “ha incursionado en el territorio nacional, especialmente en el área fronteriza de Huehuetenango y de ahí operan en el país”.  

Tiene como socio al grupo local de Los Huistas, que desde hace años ha mantenido el control del trasiego en aquella región guatemalteca.   

Hay pronunciamientos públicos de ese cartel, que es uno de los más fuertes y sanguinarios que existen en México ahora y que ya están en el territorio nacional, están actuando desde ahí y como se conoce del nivel de agresividad y violencia que esta organización comete, Estados Unidos se ve obligado para advertir a sus ciudadanos”, comentó Rivas.  

Pero sumado a la presencia de personajes vinculados al CJNG, grupo que ya domina el estado mexicano de Chiapas y siguen en expansión, también aparecen otros factores como la siembra de hojas de coca, de marihuana y la disputa de algunos territorios en regiones del Pacífico nacional.  

El asunto, al final, es que Estados Unidos ha comenzado a presionar para frenar a este grupo criminal como alguna vez lo hizo con Los Zetas quienes operaron en el país.  

Jalisco Nueva Generación 

En San Marcos y Huehuetenango la preocupación es la presencia del CJNG, a quienes, según las investigaciones, han detectado que han enviado emisarios para hacer negocios con grupos narcotraficantes locales.   

La Fiscalía de Delitos de Narcoactividad del Ministerio Público (MP) ha hecho interceptaciones telefónicas en los últimos dos años y ha confirmado llamadas entre mexicanos y guatemaltecos vinculados con el CJNG. El objetivo, planear la estrategia para llevar estupefacientes hacia aquel territorio y luego dejarlos en México y Estados Unidos, como destino final.   

En el caso de San Marcos han identificado a personas vinculadas con los detenidos y extraditados, Juan Ortiz, alias Chamalé y Erick Suñiga, alias Pocho, exalcalde de Ayutla (Tecún Umán) y fallecido en una prisión estadounidense, entre otros.  

Son estos personajes los que mantienen contacto con integrantes del CJNG, mientras que en Huehuetenango son Los Huistas 

El subjefe de la Fiscalía de Narcoactividad, Allan Ajiataz, explicó que San Marcos y Huehuetenango, por su cercanía con México, han tenido una presencia relevante de grupos organizados de narcotráfico “ya que es un punto importante para el traslado terrestre y marítimo de estupefacientes. Por lo tanto, la presencia es constante”.  

De hecho, las autoridades indagan sobre la irrupción del CJNG en los territorios en disputa de Ixchiguán y Tajumulco, que, por ahora, vive un estado de Sitio debido a los enfrentamientos armados que han dejado muertos y heridos, entre civiles y fuerzas de seguridad.  

Es decir, en el caso de San Marcos, su altiplano y su acceso al mar, le mantienen abierta la puerta al trasiego por esas vías, pero también se han convertido en centro de operaciones y bodega de drogas, en especial la cocaína, que distribuyen en los municipios marquenses y departamentos cercanos como Quetzaltenango. 

Sobre enfocarse solo en el CJNG para evitar lo que ocurre en San Marcos, Ajiataz alertó: “No solo hay que concentrarse en ellos, porque también hay grupos colombianos y ecuatorianos que tienen incidencia no solo en Guatemala, sino en Honduras y El Salvador”.  

El subjefe de la Fiscalía aseveró que el problema no debe “verse aislado, solo para Guatemala. Eso es erróneo. Con Honduras compartimos la producción de hoja de coca, con El Salvador otros temas y así con el resto de Centroamérica, no digamos con algunas naciones sudamericanas, México y Estados Unidos”. 

Petén y el oriente 

El 1 de junio fueron asesinados los mexicanos Euclides Ramos Mina, de 34 años, Érick Eduardo Vidal González, de 19 y Jorge Alberto Romero Guichard, de 23, cerca del basurero del caserío Purucilá, Santa Ana, Petén. Tenían antecedentes en el país vecino por delitos menores y las primeras pesquisas los vinculan con grupos de narcotraficantes que mantienen relación con clanes locales que operan en los municipios colindantes con territorios mexicanos. 

Investigadores de la Policía Nacional Civil (PNC) revelaron que, por el escenario criminal, todo apunta a que los despojaron de alguna mercancía, dinero o droga. 

En un principio se había informado que pertenecían al Ejército de México, pero luego solo determinaron que poseían una cartilla de reservas militares. 

¿Es el CJNG? Todo apunta a que sí. De hecho, en enero pasado, la Fiscalía de Colombia comunicó sobre la incautación de un lujoso narco jet en Petén que transportaba más de una tonelada de cocaína y sería recibido por ese grupo criminal. Este hecho ocurrió a finales de 2021 y fue el 10 de enero pasado que revelaron las investigaciones.  

La mercancía, se supone, procedía de la frontera colombiana con Venezuela y había sido enviada vía aérea al norteño departamento guatemalteco.  

De hecho, la Fiscalía colombiana precisó en el comunicado que emitió ese día que “en las verificaciones iniciales se constató que el estupefaciente era esperado por contactos del Cártel Jalisco Nueva Generación” en territorio guatemalteco. 

De acuerdo con datos del Ejército de Guatemala la última aeronave que localizaron en esa región fue el 9 de abril en la comunidad de Santa Amelia en el municipio de San Andrés Petén. No hubo capturas ni incautación de droga.  

Ocho días antes hallaron otra en La Libertad, dentro de la Laguna del Tigre, y una más en Chisec, Alta Verapaz. Tampoco localizaron estupefacientes y arrestaron a alguna persona.  

El portavoz del Ejército, Rubén Tellez, confirmó el hallazgo de estas y otras cuatro aeronaves. La primera del año fue en la aldea Las Tortugas, Cobán, Alta Verapaz y el 31 de marzo en Purulhá, Baja Verapaz, en Sierra de Las Minas. En esta última sí localizaron 932 kilos de cocaína y cuerpos calcinados. Se presume que la avioneta cayó a tierra.    

La última narcoavioneta localizada fue en La Gomera, Escuintla el 19 de abril pasado. En las últimas semanas las fuerzas del orden han inhabilitado pistas clandestinas en Retalhuleu, Suchitepéquez y Escuintla, departamentos del sur que comparten el litoral del Pacífico.  

De acuerdo con Ajiataz, Petén es otra de las regiones, por su situación limítrofe con México, en donde han notado la presencia del CJNG, pero operando en la misma forma que en San Marcos y Huehuetenango: enlaces locales negocian la mercancía con emisarios mexicanos.    

El gobierno de Estados Unidos está alerta ante la presencia del cartel en ese lugar, así como en Huehuetenango y San Marcos y es por ello que ha reforzado sus trabajos de inteligencia para evitar que pueda ocurrir una incursión como la de Los Zetas entre 2008 y 2010.   

Consideran que la presencia física de integrantes del CJNG debe ser motivo para reforzar los controles en esas fronteras, y es por ello que la primera acción fue instalar un puesto de control en Ocós, San Marcos.  

El titular de la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (Sgaia) de la PNC, Arodi López Fuentes, consideró que están en alerta e investigan la presencia de esta organización en el territorio nacional.