Según mencionó el interno,  todo se originó porque les están restringiendo el ver televisión. “No es un motín, simplemente queríamos hablar, el día de hoy nos tocaba televisión y no nos pasaron tele. Le dijimos al monitor y no quiso pasar tele”, dijo.

El interno dijo que a raíz de esto pidieron hablar con el director a quien también le expondrían supuestos malos tratos, comida en mal estado y su inconformidad porque solo tienen derechos a dos horas de visita los sábados.

Agregó que ellos quieren ver a su familia y las autoridades no cumplen con las dos horas establecidas para visita, sino que el horario se reduce a  40 minutos.

Según relató la medida no fue organizada y que todo sucedió porque las autoridades no escuchaban sus demandas.

Además pidieron que se les extiendan los periodos para recibir visitas conyugales. 

Otra versión

Una fuente de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia revelo a Prensa Libre que estaban en alerta porque días atrás descubrieron que dentro de las manualidades que los internos realizaban en el correccional, descubrieron que enviaron mensajes a los familiares en los que advertían el amotinamiento.

Supuestamente los integrantes de la mara del Barrio 18 estaban pidiendo que los trasladaran a otro centro correccional, coincidentemente también los del Barrio 18 protagonizaron un motín, el sábado último, en el Preventivo de la zona 18, donde también hubo dos muertos y dos heridos.

Reclusos

Los menores permanecen recluidos en el correccional por haber cometido delitos que riñen con la Ley Penal y al no poder enfrentar un proceso como adultos, son sancionados por un juez de menores en conflicto con la ley para que cumplan la medida dentro de los correccionales.

Durante el amotinamiento, los internos mostraron una pistola de clavos industrial que tomaron de una fábrica que saqueron.  Dentro de la población que cumple sanción en ese centro hay quienes pertenecen a grupos de pandillas.

Familia

Familiares de los internos llegaron a las afueras del correccional pero se les limitó el acceso, desde el punto donde pudieron llegar se comunicaban a gritos con quienes andaban sobre los techos para preguntarles cómo se encontraban sus familiares y en medio del motín pedían respeto de los Derechos Humanos de los amotinados.