Las modalidades de robo difieren, pues hay desde atracos a mano armada hasta la simple desaparición de automotores después de que los propietarios los han dejado estacionados.
Luis García, estudiante, cuenta que llegó a la Universidad de San Carlos (Usac), zona 12, donde parqueó su carro junto a centenares de vehículos y luego se dirigió a la Facultad de Ciencias Económicas.
García se llevó una desagradable sorpresa cuando al regresar a donde dejó el vehículo, este ya no estaba y los agentes de seguridad de la Usac no supieron darle respuesta.
Otro caso es el de Luis Bautista, quien llegó a su casa la noche de un miércoles y estacionó su carro como lo hacen todos los vecinos de su colonia, en la zona 21.
A la mañana siguiente, el auto ya no estaba y en el lugar donde lo dejó encontró dos imanes y pedazos de lámina.
En menos de una semana su auto, un Mazda, se convirtió en el séptimo carro robado en ese sector.
Peligro
Pero no todo ocurre con tanto sigilo, pues aún hay despojos a mano armada. En los archivos policiales se detalla que entre los puntos más peligrosos se encuentra barrio La Reformita, zona 12, por ser un área con muchas salidas: hacia la avenida Petapa, el Anillo Periférico y la calzada Aguilar Batres.
La zona 1 capitalina tampoco escapa a los ladrones, y las bandas actúan entre la avenidas Elena, 1a. y 2a. También se reportan robos en centros comerciales y parqueos de supermercados.
Difícil
Ante esta situación, el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, explicó que la fuerza de tarea específica ha logrado “levemente” detener este flagelo.
“Hay que tomar en consideración que las bandas de robo o hurtos de vehículos son las más antiguas, las mejor estructuradas y bastante organizadas”, afirmó.
López añadió que desarticular a estas agrupaciones es complicado, pues necesitan generar datos de inteligencia y hacer pesquisas con el Ministerio Público.
Resaltó que otro de los factores que les imposibilita debilitar a estas estructuras es que no había información sistematizada para tener un mapa de incidencia.
El funcionario agregó que tener esta información les habría permitido tener detalles de quiénes son los encargados de la bandas, quiénes son los intermediarios y qué tipo de vehículos buscan.
Deshuesaderos
“Sabemos que, escandalosamente, el mercado más grande del robo de vehículos está en las ventas de repuestos usados”, expuso Bonilla.
El ministro aseguró que las otras áreas a donde son llevados los vehículos robados son los talleres, donde se alteran los registros o son desmantelados. Se ha llegado al extremo de sospechar de la complicidad de los ajustadores de las agencias de seguros, por lo cual han abierto investigaciones al respecto.
Bonilla sostuvo que por ello necesitan tener suficiente información sobre la incidencia de estos hechos, pues les permite armar un mapa preciso y formar una red de alerta.
“Lo que necesitamos es comenzar a operativizar toda la información que hay”, dijo.
Agentes de la Sección contra Robo de Vehículos de la División de Investigaciones Criminales afirmaron que para las bandas el robo de vehículos es un buen negocio.
“Buscan autos robados para cometer fechorías y no ser detectados. En actos delictivos donde actúan sicarios es seguro que utilicen vehículos robados con alteraciones”, resaltó un investigador.
La Fuerza de Tarea ha desarticulado tres bandas de robos de carros, entre estas la de los Chitamul, los Stevens y la Banda del Anillo Periférico.
Aún así consideran que faltan otras estructuras criminales, sobre todo las que tienen vínculos en Honduras y El Salvador.
Luis Paniagua, jefe de la Fuerza de Tarea, dijo que promueven esfuerzos conjuntos con las autoridades de El Salvador, para tratar de desarticular grupos que operan en ambos países.
Recomendaciones
La Policía recomienda a los propietarios que no dejen sus automóviles en lugares solitarios, así como colocarles un sistema de alarma u otro dispositivo, en especial cuando los dejan en la calle.
Sobre todo, se pide que hagan las denuncias del caso, ya que toda la información permite a la Policía efectuar estrategias para desarticular a las bandas.