El capitán Byron Lima Oliva, quien cumplía una condena de 30 años de prisión por la muerte de monseñor Juan José Gerardi, construyó incluso una red que sugeria a  los ministros de Gobernación, quienes estarían al frente de la dirección del Sistema Penitenciario.
 
Para abordar este tema fueron invitados al programa Diálogo Libre Edgar Gutiérrez, coordinador de Ipnusac; Corinne Dedik, analista del Cien; y Alejandro Giammattei, exdirector del Sistema Penitenciario.
 
El tres de septiembre del 2014, el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala desarticularon una estructura criminal que se dedicaba al lavado de dinero y cobros ilegales para favorecer a reos en las cárceles, que involucraba a Lima Oliva como cabecilla y al entonces director del Sistema Penitenciario, Edgar Camargo, sindicados de cobros ilegales en las prisiones.
 
El 24 de septiembre del mismo año, el Juez Primero de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez, ligó a proceso a Lima Oliva y a otros ocho integrantes de la estructura criminal que lideraba desde la prisión.
 
En prisión, el capitán contó con privilegios, como festejar sus cumpleaños con invitatos. Además, con una maquila de su propiedad, dentro de la cárcel, se encargó de confeccionar artículos utilizados en la campaña proselitista del Partido Patriota, en el 2011.