Este martes se presentó el último perito a declarar en el caso y confirmó el contenido del dictamen pericial. La defensa de los acusados decidió renunciar a la presentación de algunos medios de prueba.
El coronel Juan Chiroy Sal, uno de los acusados, pidió declarar ante el Tribunal y dar su versión de los hechos. Tres soldados más también solicitaron declarar y dar su testimonio de lo ocurrido el 4 de octubre de 2012.
“Dios es testigo que lo que voy a decir es la verdad y no hay otra verdad que yo pueda inventarme en este tribunal”, esas fueron las primeras de palabras de Juan Chiroy al dirigirse ante el Tribunal.
EN ESTE MOMENTO
El juicio se encuentra en su etapa conclusiva y varios sindicados decidieron declarar.
Chiroy indicó que se encontraba fuera del país recibiendo un curso en El Salvador y que regresó a Guatemala el 3 de octubre de 2012, un día antes de los hechos.
“Yo andaba más empeñado en mis estudios que andar planificando un hecho, no era mi intención ir a confrontar a la población”, dijo al Tribunal.
“Yo lo que esperaba realmente al llegar allí era un cordón policial, lastimosamente lo que encontré fueron dos patrullas, les pregunté por el comisario Catalán, ´está allá arriba´ me dijeron. Solo eso me dijeron, agarraron su vehículo y se fueron”, señaló Chiroy al indicar las actuaciones cuando llegó al lugar de las manifestaciones.
“Cuando yo estaba dando la orden de retroceder fuimos objeto de una emboscada, todas las características de ese ataque, fue una emboscada. Fuimos atacados de todos lados, de diferentes ángulos, de todas las elevaciones, de los laterales y el único vacío que se quedó fue el barranco”, detalló.
El coronel Chiroy y ocho soldados son acusados de los delitos de ejecución extrajudicial y ejecución extrajudicial en grado de tentativa por la muerte de seis personas y 34 heridas. Estos hechos ocurrieron durante una manifestación de pobladores de Totonicapán.
Todo habría iniciado cuando los manifestados fueron atacados por un guardia de seguridad privada que custodiaba un camión cargado con cemento. Dato que fue relacionado por Chiroy. “Cuándo se incendió ese camión fue cuando el elemento de seguridad accionó el arma contra la integridad física de los manifestantes”, relató.
Niega acciones
Chiroy continuó relatando los hechos y aseguró que ningún medio de prueba presentado por el Ministerio Público acredita su participación al supuestamente haber ordenado que se disparara contra los manifestantes.
“No hemos visto ninguna imagen, ningún video, ninguna fotografía donde se vea que el elemento esté atacando a la población, si hablamos de una proporcionalidad de fuerza, eran 125 manifestantes por un soldado. Entre todos los elementos solo había 11 que iban armados.
De acuerdo con el coronel, se contaminó la escena del crimen y que la investigación carece de objetividad.
Dijo, además, que un soldado fue capturado por los manifestantes y que al sentirse acorralado por las personas decidió lanzarse hacia un barranco, una alternativa de intentar resguardarse debido a que había amenazas de quemarlo.
Aseguró que 18 soldados también resultaron heridos y que el Inacif no los tomó en cuenta para declarar en el caso.
“Yo no ordené disparar”, resaltó Chiroy. “Durante estos siete meses que llevamos en este debate, les puedo decir que en mi corazón hay paz, yo he venido a este tribunal en paz y durante estos 11 años en mi corazón ha habido paz”, dijo.
Pide justicia
Chiroy también declaró que meses después de haber sido detenido, su mamá fue asesinada en su vivienda. Esto sucedió el 13 de marzo de 2014, cuando fue encontrado el cadáver de Manuela Sal Siquinajay de 71 años, en San Andrés Itzapa, Chimaltenango.
“Mi señora madre fue asesinada brutalmente y no se robaron ni un alfiler. Hasta el día de hoy, nunca se ha aclarado esto. No puedo pensar yo que fue un hijo de algún afectado de Totonicapán. De todo pasa por mi cabeza y hasta el día de hoy, la muerte de mi señora madre sigue impune. Todo eso a mí me deja en duda, pero que sea el Señor que haga justicia en su momento”, concluyó.
Piden declarar
Los acusados Edin Adolfo Agustín Vásquez, Dimas García Pérez y Abraham Gua Cojoc también declararon ante el Tribunal.
Edin Adolfo indicó que, al llegar al lugar de la manifestación, varias personas comenzaron a acercarse y gritaban, por lo que optó por refugiarse al lanzarse a un barranco.
Aceptó que hizo disparos al aire, pero que fue solo para tratar de dispersar a los manifestantes.
Dimas García también aceptó haber disparado, pero que al igual que Edin Adolfo disparó al aire para dispersar a los manifestantes que lo rodeaban.
Aseguró que, al regresar a la Guardia de Honor se le ordenó entregar el arma que tenía asignada.
Abraham Gua Cojoc afirmó que sí disparó para dispersar a los manifestantes que se acercaban al camión que custodiaba y que lo hizo para buscar refugio. Dijo que fue golpeado por algunas personas y que no ameritó recibir tratamiento médico.