Migrantes

Acnur: No se logra ser un tercer país seguro de un día para otro

Desde que el presidente de EE. UU. anunció en su cuenta de Twitter que Guatemala se alistaba para firmar un acuerdo de tercer país seguro, han surgido múltiples comentarios que señalan que el país debe, primero, resolver sus propios problemas para evitar que sus ciudadanos se vean obligados a migrar.

Giovanni Filippo Bassu, representante regional para Centroamérica y Cuba de Acnur, habló con Prensa Libre (Foto Prensa Libre: Luisa Laguardia).

Giovanni Filippo Bassu, representante regional para Centroamérica y Cuba de Acnur, habló con Prensa Libre (Foto Prensa Libre: Luisa Laguardia).

Giovanni Filippo Bassu, representante regional para Centroamérica y Cuba del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), refirió que si Guatemala aspira a ser un tercer país seguro para solicitantes de asilo deberá de superar muchos retos y ampliar sus capacidades ante un eventual envío de miles de migrantes.

¿Qué significa ser un tercer país seguro?

Generalmente Acnur ha visto otros países y regiones que han intentado usar un acuerdo de tercer país seguro. Notablemente se ha usado en Turquía y Europa, y hay mínimos requisitos que se necesitan. ¿Qué es un acuerdo de país seguro? El detalle depende de lo que se negocia. Si una persona solicita asilo en un estado y en el camino a ese estado hubiera podido pedir asilo en otro que ha firmado la Convención del 51 Sobre el Estatuto de los Refugiados, entonces, caso por caso o con un acuerdo marco, se puede retornar a la persona al primer estado donde hubiera podido pedir asilo. Si este estado cumple con ciertos requisitos que se encuentran en la convención del 51.

¿Qué comentario tiene sobre que Guatemala pueda convertirse en un tercer país seguro?

Primero, no he visto el acuerdo y es difícil comentar porque un acuerdo está compuesto de cláusulas. Guatemala firmó la Convención del 51 y en un sentido hay requisitos. La capacidad de Guatemala de procesar solicitudes de asilo es bastante limitada porque no ha tenido que procesar grandes cantidades, el año pasado 262. Si uno mira lo que están intentando crear entre EE. UU. y Guatemala, que hondureños y salvadoreños que están en EE. UU. pidiendo asilo sean retornados aquí, el número de solicitantes en EE. UU. el año pasado era de 50 mil. Entonces, miramos a 50 mil personas que potencialmente y dependiendo del detalle de los acuerdos podrían regresar aquí, eso es un reto muy grande.

¿Cuáles son los requisitos que debe cumplir un tercer país seguro?

La Convención del 51 dice que los refugiados necesitan gozar de los derechos específicos, incluyendo acceso a servicios sociales y económicos, y ese es un aspecto que se necesita manejar. Además, la seguridad. Uno necesita tener protección y en ese concepto, Guatemala va a tener que garantizar la seguridad y la protección de la gente que pida asilo aquí y esos son retos que Guatemala tendría que cumplir.

Es un conjunto de requisitos que al final es un reto para cada país cumplirlo al 100 por ciento, más cuando se empieza con 250 y te vas hasta 50 mil —solicitudes—.

Familias enteras llegan cada día a EE. UU. para pedir asilo. (Foto Prensa Libre: AFP)

El Instituto Nacional de Migración solo aprobó 20 solicitudes el año pasado. ¿Qué le dice eso?

Eso tiene una explicación, y es que el marco jurídico estaba cambiando en Guatemala y pararon los procesos de reconocimiento porque cambiaron los decretos y las instituciones, pienso que eso fue algo excepcional.

Igual, el cambio ocurrirá pronto, el ministro de Gobernación dijo que el acuerdo se implementará en el cortísimo plazo. ¿Cómo ve esta situación?

Necesitamos contextualizarlo, yo no veo esto un problema. Pienso que el gobierno ahora tiene capacidad de procesar 200 y fracción de solicitudes, pero no estamos hablando de esa capacidad, sino de más de 50 mil, eso es lo que preocupa, porque sería un problema para todos.

¿Qué consecuencias puede haber si un país aceptar ser seguro, pero no está preparado?

Me parece que se necesita capacitación, preparación, planes de contingencia y cierto tiempo para prepararse, para que un país de asilo pueda absorber una cantidad enorme de personas. No es algo que se haga de un día para otro, lo que me preocuparía es que podría haber una situación —crisis— humanitaria porque no se tendría la capacidad de dar asistencia inmediata para hacer los registros, los procesos de reconocimiento de condición de refugiado o para dar la documentación. Se necesita una capacidad para hacer todo esto, ahora Guatemala tiene la capacidad para la cantidad que tiene ahora.

Una familia centroamericana en la frontera EE. UU. México. (Foto Prensa Libre: AFP)

Cuando se habla de país seguro uno piensa en un lugar donde no hay homicidios o delincuencia; sin embargo, en Guatemala sí hay ¿Cómo ve esta situación cuando hondureños y salvadoreños vienen huyendo de estos problemas en sus países?

El estado necesita estar en la condición de dar protección a una persona solicitante de refugio. La protección de sus derechos humanos y su seguridad son requisitos básicos, entonces, todos los estados que ofrecen ser países de asilo tienen que ofrecer eso. Yo pienso, otra vez, que el estado probablemente puede ofrecer seguridad a un número imitado de refugiados, -pero- si hablamos de muchos no estamos en condiciones en Guatemala de poder albergar a un grupo muy grande, puede haber problemas de seguridad preocupantes.

¿Qué se puede decir de las experiencias de otros países en el tema de asilo y tercer país seguro?

Los estados son soberanos y hacen sus acuerdos, nosotros como Acnur hemos abogado que hay ciertos requisitos mínimos y para nosotros, por ejemplo, lo que se necesita es asegurar que haya un filtro al inicio, en el sentido de que haya una entrevista básica un pre-registro donde antes de retornar a una persona a Guatemala el estado americano (EE. UU.) o el que está retornando a una persona pueda determinar si esta puede hallar protección en otro país, hay poblaciones muy vulnerables como la comunidad LGBTI o las víctimas de violencia doméstica. Se necesita hacer un pre filtro para asegurarnos de que Guatemala no se ponga a recibir a toda la población más vulnerable que tal vez no tiene capacidad de apoyar.

Miembros de la Armada Mexicana que resguardan la frontera sur con Guatemala. (Foto Prensa Libre: AFP)

Un país de asilo también necesita infraestructura mínima…

Cuántos son 55 mil solicitudes al año, al mes son unas cuatro mil personas, mil por semana. Son ciudadanos que no son guatemaltecos y que no pueden regresar a su casa. Es un reto. Debe haber la infraestructura necesaria para albergar y como Acnur no pensamos que el concepto de campamento es adecuado para albergar a un grupo grande de solicitantes de asilo y se necesita buscar otra solución, que las hay, pero se necesita tiempo para desarrollarlas.

¿El gobierno ha tenido algún acercamiento con Acnur? O en todo caso ¿Podrían ustedes colaborar en este tema?

El gobierno no nos ha pedido ayuda sobre el tema del acuerdo de tercer país seguro y nosotros solo funcionamos cuando los estados piden ayuda. Nuestro mandato es proteger a los refugiados y por eso apoyamos a todos los estados en crear sus sistemas de asilo que dan la protección a los refugiados. Estamos apoyando al estado guatemalteco en fortalecer su sistema de asilo a través de capacitaciones y otras iniciativas y vamos a seguir haciéndolo. Si el reto llega a ser mucho más grande pues vamos a poner más recursos y gente si nos deja el gobierno.

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