Según la DGM, hasta ayer 31 mil 824 guatemaltecos indocumentados habían ingresado vía aérea al país, deportados por EE. UU; tres mil 656 más que en el mismo período del 2012, cuando fueron 27 mil 999. De ese total, 29 mil 343 fueron hombres; dos mil 237, mujeres y 244, menores de edad.
Aumento
Juan Luis Carbajal, de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala, señaló que indudablemente la cantidad de deportados se incrementará este año; sin embargo, señaló, lo más preocupante es la forma como son tratados al ser detenidos.
“Nos preocupa el estado emocional en que llegan —los migrantes—, porque permanecen detenidos dos o tres meses, en condiciones desfavorables, y son deportados como criminales, esposados de pies y manos. Esto no es humano”, comentó Carbajal.
El activista también mostró preocupación porque son deportados no solo los indocumentados que son capturados en las fronteras, sino también los connacionales “que tienen 25 o 30 años de vivir en Estados Unidos”, por faltas mínimas, con lo cual rompen los vínculos familiares.
Más remesas
En contraste con las deportaciones que se han incrementado de manera alarmante, destaca el alza en el ingreso de divisas por remesas familiares.
Según el sitio oficial del Banco de Guatemala, en los primeros siete meses de este año el país recibió US$2 mil 924 millones, un 5 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, cuando esos ingresos llegaron a US$2 mil 782.