Según Pérez, además de concretar los acercamientos con congresistas para encontrar “soluciones a mediano y largo plazo” sobre la migración masiva de infantes, la intención de reunirse con el presidente Obama es “para discutir sobre la problemática que necesita ser abordada por todos los países involucrados”.
Desde octubre pasado han ingresado a Estados Unidos unos 57 mil niños centroamericanos de forma clandestina y sin acompañantes adultos, la mayoría de Guatemala, El Salvador y Honduras, de acuerdo con las autoridades estadounidenses.
Ese éxodo ha provocado una alarma en el país norteamericano que se opone a acoger el pedido de Centroamérica de permitir a los menores permanecer en Estados Unidos para reunificarse con sus familias, y ha reiterado que los menores serán deportados.
El lunes Honduras recibió a 21 niños de entre 18 meses y 15 años, y a 17 mujeres, en el aeropuerto de la ciudad de San Pedro Sula, en el primer vuelo de repatriaciones aceleradas desde el inicio de la crisis humanitaria.
Guatemala también recibió un grupo de 16 niños procedentes de México, quienes fueron interceptados en su intento por llegar a Estados Unidos.