El policía Christopher Childres reprimió a Pérez con gas pimienta y lo pateó en dos ocasiones cuando éste había caído al suelo e intentaba ponerse de pie.
La ciudad deberá pagar la indemnización en un solución pactada con la defensa de Pérez para evitar un juicio que resultaría costoso para ambas partes.
Mientras tanto, la policía despidió a Childres pero su caso aún está en proceso porque el aludido apeló la destitución.